Al presente estoy en Toledo, donde pienso detenerme algunos meses; esta ciudad está situada en un áspero cerro que circunda casi por tres partes el río Tajo; por donde el río no pasa la ciudad es fuerte también, por lo pendiente y difícil de la subida; mas junto a ella, en lo bajo, tiene una llanura que se llama la Vega: pasado el río por todas partes hay riscos y montañas muy ásperos, más elevado que aquel en que está situada la ciudad, de modo que, aún cuando en alto, como la rodean por todas partes montañas más grandes, está como ahogada, y en verano hace en ella grandísimo calor y en el invierno es muy húmeda porque entra poco el sol, y por las contínuas emanaciones del río, porque la Vega está a la parte del Norte. Los montes inmediatos a Toledo son pedregosos y desnudos de árboles y muy ásperos.
Andea Navagiero Viaje por España (1563)