El Instituto de Investigación
Médica Walter y Eliza Hall (WEHI), el Instituto de Investigación Infantil
Murdoch (MCRI), el Instituto de Investigación Médica QIMR Berghofer, la
Universidad Griffith y la Universidad de Melbourne están reclutando personas de 7 años o más que
tartamudean o tienen antecedentes de tartamudeo, para realizar el estudio más
grande sobre la genética del Tartamudeo. Los participantes del ensayo
contribuirán a un esfuerzo global para desentrañar la genética de la
tartamudez. Esto podría conducir a un mejor tratamiento e incluso a la prevención
del trastorno del habla ya que los tratamientos actuales para los trastornos
del habla y del lenguaje se centran solo en los síntomas, sin enfocarse en la
causa subyacente del problema. Se cree que la genética juega un papel
importante y los investigadores han identificado cuatro genes que pueden estar
relacionados con la tartamudez. El género es uno de los factores predisponentes
más fuertes para la tartamudez. Los niños tienen entre dos y cinco veces más
probabilidades de tartamudear que las niñas, y también es menos probable que se
recuperen sin terapia. A nivel mundial, el 1% de los adultos tartamudea y casi
el 70 % de las personas que tartamudean tienen antecedentes familiares del
trastorno.