México busca en este momento a un líder, un verdadero líder nacional que sepa afrontar con la mayor sabiduría y decisión los graves problemas del país y que, con el apoyo de las mayorías, sepa conducir a todos los mexicanos a mejores niveles de bienestar económico y social.
Sé que esta es una empresa difícil, bastante difícil, porque no cualquier mexicano dispone de la preparación y capacidad necesarias para encabezar tan enorme y complicada tarea. Sin embargo, tampoco es un anhelo al que debamos renunciar, ya que en los momentos más conflictivos de nuestra historia, como el presente, surgieron del común del pueblo esos dirigentes, que dieron gloria y lustre a la nación.
Cuatro líderes fuera de serie
Cuauhtémoc, el último emperador azteca, fue el primero en demostrar el valor y heroísmo indígena de nuestra tierra, cuando por poco acaba con la conquista de Hernán Cortés, quien sin embargo afianzó el predominio español en el país durante 300 años, pero luego surgieron Hidalgo y Morelos, con cuyo sacrificio patriótico alcanzamos la independencia nacional.
Vino después, en la segunda mitad del siglo 19, don Benito Juárez, quien al lograr la separación Iglesia-Estado, reconocida más tarde en el mundo entero, acabó con muchos privilegios y abrió el camino de la justicia social.
Claro está que hubo otros muchos mexicanos ilustres, dignos del mayor reconocimiento, pero creo que estos cuatro marcan la pauta.
Patriotismo y honradez
En estos tiempos de mercantilismo extremo, donde todo o casi todo se mide en términos económicos, dejando atrás los valores humanos y comunitarios, hablar de patriotismo y honradez es una herejía. ¿Quién puede presumir hoy de patriota?, ¿quién se atreve a meter las manos por la honradez de un político? No creo que muchos.
A la luz de la historia, del ejemplo que muestran los verdaderos héroes nacionales: Cuauhtémoc, Morelos, Hidalgo y Juárez, hemos de buscar el próximo líder de los mexicanos con dos cualidades bien definidas: patriotismo y honradez.
¿Qué es patriotismo?, anteponer cualquier interés personal y de grupo al de la patria, al de la sociedad, al de la comunidad en general, es decir, primero está el servicio público, el interés de la gente, y si para ello es necesario el sacrificio personal, pues adelante: Así lo muestran con su vida y sus actos los verdaderos héroes de México. Quien tiene verdadera vocación política debe estar preparado para ello, porque eso de buscar sólo los beneficios es corrupción pura.
¿Qué es honradez? Lo mismo: “Vivir en la honrada medianía” como recomendaba Juárez a los funcionarios públicos.
¿En dónde estamos?
Lo mexicanos vivimos hoy uno de los momentos más críticos de la historia, en la que hemos de definir quiénes somos, a dónde vamos, cuál es el papel económico, político y social que nos corresponde desempeñar en la historia del Continente y del mundo.
Lamentablemente, a la luz de este breve análisis histórico, el actual panorama de posibles liderazgos nacionales no está claro; ojalá apareciera alguno, pero aún no se vislumbra.
Javier Medina Loera es periodista.
Artículo publicado por el semanario Conciencia Pública en su edición del domingo 16 de julio de 2017.