Aunque parece un título con tintes épicos, lo cierto es que a diario necesitamos desarrollar unos planes específicos si queremos obtener buenos resultados con nuestra estrategia de marketing.
A medida que vamos elaborando nuestros planes, definimos mucho mejor cuál es el público al que nos queremos dirigir, pero nunca está de más analizar este factor como si comenzásemos un nuevo proyecto para ver si estamos realmente bien orientados hacia nuestro público o necesitamos hacer algunos ajustes.
Necesitamos conocer a nuestro público objetivo por varias razones prácticas. Primero, porque si no sabemos a quién nos estamos dirigiendo no podemos comunicarnos del modo adecuado, y luego porque si no conocemos el público con el que nos queremos comunicar, no sabemos si nuestros servicios cuentan con los recursos adecuados para afrontar sus necesidades. Existen algunas otras, pero estas dos son básicas para saber el por qué de la necesidad de tener un objetivo concreto.
Saber quién es nuestro público objetivo es una fuente de información
Identificar del modo adecuado a nuestro público nos concede la oportunidad de filtrar la información y quedarnos con los detalles relevantes, aquellos que nos servirán para desarrollar nuestra estrategia de manera más eficaz.
Por ejemplo, si conocemos el perfil de nuestro público, podemos saber cuáles son los medios sociales a los que recurre con mayor asiduidad y dirigir nuestras campañas de comunicación hacia estos medios, ahorrando tiempo y recursos que nos servirán para seguir trabajando y cuidando otros aspectos de nuestro plan.
También nos permitirá adaptarnos nosotros y nuestros servicios, o incluso lanzar un nuevo producto que cubra la demanda que tenga nuestro grupo objetivo, a veces incluso antes de que ellos mismos se den cuenta de que les hace falta, lo cual genera mayor sensación de interés y engancha mucho más a los seguidores.
Nuestro público objetivo no puede ser todo el mundo
Esta es una verdad que a menudo se nos olvida, sobre todo cuando llevamos algo de tiempo trabajando en nuestra estrategia y queremos conseguir más seguidores y clientes potenciales.
Hemos de tener conciencia de que no podemos gustarle a todo el mundo. Siempre habrá quien piense que nuestros productos son innecesarios, feos, caros, etc.
Imaginemos que alguien dice que somos demasiado caros, y entonces, con el fin de atraer a este cliente, empezamos a elaborar algunas ofertas en determinados momentos. Puede que haya clientes que nos compren, pero ¿qué pasa con el que lleva tiempo comprando al precio anterior? Podría sentirse engañado y dejar de hacerlo, de modo que pudiera ser que por ganar un cliente puntual estemos perdiendo a alguien que nos ha sido leal durante bastante tiempo. Y esto acabaría por hacernos perder mucho más que un cliente, podría acarrearnos mala fama.
Tampoco tenemos que buscar a todo el mundo y hacer campañas en todos los medios. Hay empresas que concentran su público objetivo en una sola red social, o en un canal concreto, y no necesitan salir de ahí para conseguir más clientes. Como se suele decir, el que mucho abarca poco aprieta, y en el mundo del marketing en Internet lo podemos trasladar a que estar en todos los medios no solo no es posible, sino que no es beneficioso.
Características de nuestro publico objetivo
Si queremos saber quién es en realidad nuestro público objetivo, debemos tener en cuenta que no debemos buscar gustar, sino que debemos buscar a quien nos guste a nosotros. ¿Por qué?
Porque solo si estamos a gusto con nuestro público objetivo nos esforzaremos por darle lo que necesita y buscaremos maneras de agradarle.
Evidentemente, también existen otros factores que nos ayudarán a identificar a nuestro público, como la edad, el nivel educativo, el lugar en el que viven, su clase social o el estilo de vida que tienen. Definir un perfil lo más detallado posible nos permitirá orientar nuestros esfuerzos en concreto a ese tipo de público. No es lo mismo hacer una campaña o desarrollar una estrategia para un varón de 19 años que tiene un nivel económico medio y está estudiando que hacerla para una mujer de 50 con hijos, un trabajo de jornada completa y le cuesta llegar a final de mes, de modo que los esfuerzos deben orientarse de un modo bastante distinto en uno u otro caso. Además, hay que centrarse más en quién consume nuestros productos o servicios, y no tanto en quienes los van a comprar, pero no debemos olvidar que la persona que compra es quien decide en un principio, de modo que también necesitamos gustarle.
Puede parecer una contradicción, pero es que encontrar al público objetivo a veces es un tanto contradictorio. Lo principal es llegar de verdad a quien necesita lo que tenemos y está dispuesto a pagar lo que pedimos.
Hay una frase del marketing que dice que sabemos quién es nuestro público objetivo cuando podemos resumirlo en una sola frase, así que una vez que tenemos claro quién es el perfil que queremos atraer, debemos recordar que esa frase es la clave para mantener nuestra estrategia bien definida.