
Horrible bosses no es para orinarse de la risa, tampoco cambiará mayoritariamente tu vida, es una película común y corriente, para verla en una tarde común y corriente en que no quieres pensar mucho. Me gustó su inicio, el modo en que se cuentan las tres historias, pero algunas escenas escatológicas (que pretenden ser hilarantes y quizás lo sean… mas no para mi) enturbian un poco mi apreciación del film. Ese humor “americano” a veces no me convence, esas ansias de hacer de “la mierda” un motivo de risa, se me antoja “muy básico”, pero bueno… algunos se ríen, yo no tanto, al menos no en este caso.
Tres amigos con jefes detestables y un deseo común: sacarlos del medio. No hay que ser muy inteligente para saber como seguirá la trama, todo termina jugando a su favor, a pesar de que ellos no ayudan en nada – y por el contrario- atentan contra sus intenciones.
Impresiona, insisto, el modo en que en Holywood, nadie se siente “rebajado” al hacer un personaje secundario, una caracterización. Jamie Foxx olvida su Oscar para hacer un maleante de tres por cuarto, Kevin Spacey hace lo propio con un rol de jefe maquiavélico, y Colin Farrell no se siente bonito al encarnar a un desfigurado freak guarro.
¿Tendrá algo que ver lo imponente de sus contratos, sus egos controlados o su amor por la actuación? La actuación, esa que sobre todo les exige “salir” del universo de confort en el que podrían quedarse. Solo por eso y para no pensar, vale la pena esta película si quieres pasar la tarde.
Ah antes que lo olvide, bien por Jennifer Aniston.
Donald Sutherland aparece durante cinco segundos en el film.
Calificación: 4/10