En defensa de los Broncos (y no estoy borracho)

Un fiel lector de este blog, cuyo nombre me ha pedido que quede en el anonimato, tras oír mi participación en el podcast de footballspeech, decidió lanzarme un reto que él creía imposible de aceptar por mi parte. El guante me llegó a través de un simple email en el cual me desafiaba con el siguiente enunciado: "¿A que no eres capaz de escribir un artículo hablando bien de los Broncos, incluso de Tebow?". Mi respuesta inmediata fue "Pistola. Mañana. Ven sin padrinos". Y he aquí el resultado.
Es indiscutible que los Denver Broncos han conseguido rectificar, para bien, su paso por esta temporada. Un mail inicio (1-3) les llevó a prescindir de Orton y situar al frente de su ofensiva al controvertido Tebow. Tras algunas jornadas, el balance de los Broncos ha pasado a ser de 6-5, a sólo una victoria del líder de la AFC West, los Oakland Raiders. ¿Es todo gracias al factor Tebow?. No.
La primera persona en la que pienso es en John Fox, artífice de uno de las metamorfosis más rápidas de la NFL. Fox ha sabido aprender de los errores -me refiero por error a la adaptación del juego a las características de Tebow, no al hecho de que jugara Kyle-, valorar los mimbres de los que disponía y, en la carestía, dotar al equipo de pocos pero efectivos argumentos con los que afrontar los partidos.
El plan con el que los Broncos saltan a cualquier estadio -sin duda ingeniado por Fox- es de un maquiavelismo fuera de toda duda. Y consiste en cuatro puntos diferenciados:
1. Reducir los partidos a marcadores de muy baja puntuación.
2. Apretar las clavijas en defensa.
3. Correr, correr y volver a correr.
4. Utilizar en ataque a su arma más mortífera.

Reducir los partidos a marcadores de muy baja puntuación. Sabedor de las lagunas en ataque, la única posibilidad de victoria pasa por conseguir que el rival no sea capaz de anotar puntos. De las cinco victorias de la era Tebow, cuatro se han logrado tras conceder únicamente 15 puntosa Dolphins, 10 a los Chiefs, 13 a los Jets y otros 13 a los Chargers. Como excepción que confirma esta regla tendríamos a los Raiders (con 24 puntos).
Apretar las clavijas en defensa. La defensa de los Broncos está lejos de destacar por su poderío en la NFL dado que actualmente ocupan la vígésima posición. Pero llegado el momento, son capaces de presionar tanto a las ofensivas contrarias especialmente en situaciones de tercer down; en este apartado ocupan la undécima plaza en efectividad. El rookie Von Miller anda tercero en la lista de los jugadores con más sacks realizados.
Correr, correr y correr. En Denver han asumido la realidad. Con un fullback como quarterback, los Broncos han comprendido que difícilmente llegarían a ningún sitio con su juego de pase. Así que la responsabilidad de la ofensiva recae hoy sobre los McGahee, Ball, incluso el propio Tebow. Ninguno de ellos tiene la habilidad de un Peterson, Foster o Forte, pero drive tan drive, percuten sin misericordia contra las defensas contrarias.
Utilizar su arma más mortífera. Cuando los tres puntos anteriores funcionan, la situación de partido problablemente nos haya trasladado hasta el último cuarto y con un marcador muy ajustado. En este momento, el uso de un fullback llamado Tebow es decisivo. Su habilidad para recorrer las últimas yardas de la end zone merece la consideración de este comentarista. Quizá no sea capaz de completar ni el 50% de sus pases, quizá sea uno de los peores quarterbacks de la NFL y -a este paso-, nunca se gane mis elogios pero con el balón en la mano y gracias a algunas jugadas específicamente diseñadas para él, el de Filipinas lo tiene todo para convertirse en el héroe de la jornada. Es una arma mortífera.
Todo ello explica la buena marcha del equipo. No sé si llegarán a los playoffs, en cuyo caso seguiré observándoles con atención. También desconozco si Tebow conseguirá lanzar pases de forma aceptable, en cuya situación -y lo dije en mi primer post sobre TT-, lo valoraré en su justa medida. La verdad es que los Broncos, una vez acabadas algunas buenas historias de este año como la de los Bills, son un equipo que por una u otra razón, merece la pena seguir.
Touché!.