En Europa, como es de esperar, siempre se critica el Colegio Electoral americano así como algunas voces incautas dentro de Estados Unidos. Pero lo cierto es que el Colegio Electoral ni es un desastre ni es “anticuado” y es tan absolutamente imprescindible para la República Federal anglo-norteamericana como lo fue en 1787.
El Colegio Electoral es una parte fundamental del federalismo como concepto. Su orígen se encuentra en la Convención Constitucional de 1787 y fue un acuerdo importante entre los estados pequeños y grandes. La otra parte del acuerdo fue la de otorgar dos senadores por cada estado independientemente de su población. Eso es DEMOCRÁTICO e igualitario. ¿Por qué un señor que tuvo la suerte de nacer en un estado más importante en población debe tener más representación que un granjero en Alabama?
El Colegio Electoral garantiza que el apoyo a un candidato sea profundo y amplio. Por ejemplo, si un candidato recibe el 65% de los votos en una zona muy poblada de país pero pierde por mucho en las zonas rurales del “corazón de América”, no podrá ganar la Presidencia. El Colegio Electoral dificulta muchísimo que un candidato regional, popular en zonas urbanas, pueda ganar sin también caerle bien a otros sectores de la población federal.
Si eliminaran el Colegio Electoral, los candidatos presidenciales solo tendrian que centrarse en centros urbanos y las zonas rurales serían totalmente ignoradas. Flaco favor a la igualdad de todos los ciudadanos en una república federal que es el mejor sistema que el mundo haya conocido hasta la fecha.
Otra razón para mantener el Colegio Electoral es que el sistema americano es racional y no emocional. Por ejemplo, un candidato que reciba la mayoría del voto popular casi también tendrá la mayoría del colegio electoral. Sin embargo, si el voto popular no es muy amplio, entonces el candidato con la MEJOR DISTRIBUCIÓN del voto popular obtiene la mayoría absoluta de los votos.
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El C.Electoral también sostiene el sistema bipartidista porque dificulta, casi lo hace imposible, que surja un tercer partido que pueda ganar suficientes votos pòpulares para poder tener una oportunidad de gobernar o estar en el Congreso. Eso garantiza un sistema mucho mas estable para la nación y protege la presidencia de las pasiones que engendran además gobiernos de transición, como ocurre en la siempre inestable Europa. Eso de tener muchos partidos es un fenómeno europeo, pero no por ser europeo es mejor…más bien yo diría, que por ser europeo es bastante peor. El multipartidismo permite el auge de partidos extremistas y fascistas como ocurre en la Europa continental…o también partidos inútiles, como Podemos en España. En un sistema como el norteamericano, el “Coletas” estaría en el Club de la Comedia o en su respectiva facultad…diciendo tonterías, pero no estaría representando a nadie en un gobierno.
Si EEUU cambiara a un sistema de voto popular directo para el presidente, crearia un incentivo para que decenas de mini-partidos se junten para intentar impedir que se forme un gobierno. Esto es precisamente lo que pasó hace poco durante MESES Y MESES en España y a menudo pasa en muchos países latinoamericanos. Sería una tragedia para el planeta si EEUU adoptáse sistemas latinos y afrancesados para sus elecciones y políticas domésticas.
También el Colegio Electoral elimina el incentivo o la necesidad de recuentos de votos. Por ejemplo, si el voto popular fuese demasiado estrecho para el margen, los candidatos exigirían recuentos en esos estados si pensaran que van a conseguir más votos que su enemigo. Sería costoso, lento y conflictivo. Imaginaos lo que pasó en Florida, que es solo UN estado, en el 2000 a nivel ¡nacional! ANARQUIA PURA Y DURA.
No olvidemos que estamos hablando de los ESTADOS UNIDOS de América, NO SON LOS PUEBLOS UNIDOS de América ni LOS CIUDADANOS UNIDOS. SON LOS ESTADOS UNIDOS.
El voto de “la mayoría” suena muy bien, quizá para los que piensen que las elecciones de un país deben ser igual a un concurso de popularidad o el Gran Hermano…pero las cosas no funcionan así en sistemas serios.
Los autores de la Constitución vieron el problema precisamente porque se dieron cuenta que en aquél entonces, Virginia era el estado más poblado. Sabian que el candidato de Virginia siempre ganaría las elecciones por su población. Por eso crearon un sistema bi-partidista permanente que l dio poder a los grandes estados sin ignorar a los demás.
El sistema también permite convertir temas locales en preocupaciones nacionales y ha servido para unir el país. Y bueno por si nada de esto fuera suficiente para convencerte, al menos debes sentir agradecimiento que gracias al colegio electoral, Kanye West no pudo presentarse como candidato a la Presidencia.
Señores, hoy día 19 de diciembre el Colegio Electoral tendrá que elegir si finalmente otorga la Presidencia a Donald Trump. Me limitaré a citar el genio de Hamilton – en una obra que todavía me provoca intenso interés y admiración – el FEDERALISTA. Dice así en su Sextoagesimoctavo artículo: “El proceso electivo nos da la certidumbre moral de que el cargo de Presidente no recaerá nunca en un hombre que no posea en grado conspicuo las dotes exigidas. La habilidad en la pequeña intriga y en esos bajos trucos que provocan la popularidad, puede ser suficiente para encumbrar a un hombre hasta el primer puesto en un Estado determinado; pero se necesitará otra clase de talento y méritos muy distintos para ganarse la estimación y la confianza de toda la Unión o de la importante porción de ésta que será necesaria para convertirlo en candidato triunfante para el eminente cargo de Presidente de los Estados Unidos. No será exagerado afirmar que existe la probabilidad continua de ver ese puesto ocupado por personalidades destacadas por su capacidad y su virtud. Y esto no recomienda poco la Constitución a los que son capaces de estimar la parte que necesariamente le corresponde al Ejecutivo en la buena o mala administración de todo gobierno. Aunque no estamos de acuerdo con la herejía política del poeta que dice:
‘En cuanto a formas de gobierno, que disputen los locos,
que la que mejor se administra es la mejor’,podemos, no obstante, afirmar sin temor a equivocarnos que la verdadera prueba de un buen gobierno es su aptitud y tendencia a producir una buena administración.” Que sirva eso como una seria advertencia a los electores el día 19. No voy a comentar más porque creo que se entiende perfectamente lo que quiero decir.