El miedo al contagio de la deuda europea tiene un `efecto dominó´ incontrolable según el economista para la zona euro de Royal Bank of Scotland, Silvio Peruzzo. El experto no descarta que “en una o dos semanas veamos la intervención de Irlanda y en un mes, la de Portugal”. Además, para frenar el miedo de los mercados a una bancarrota de los países periféricos “el BCE comenzará a comprar deuda española en breve”.
“Si contienen ahora el mercado de deuda, será más fácil manejarlo” ha asegurado el jefe de economistas de la eurozona de RBS, Silvio Peruzzo, ya que a su entender “si no se para el contagio, la economía puede sufrir un colapso”. El economista ha señalado hoy que “no podemos descartar una bancarrota”, pero es algo muy difícil “porque Alemania no va a dejar que el problema termine por afectarle”.
Peruzzo apunta a un calendario en el que en dos o tres semanas se verá una intervención en Irlanda por parte del Fondo de estabilización financiera europeo (EFSF por sus siglas en inglés). “Es difícil justificar una intervención así ante los ciudadanos, ya que se pone en duda tu solvencia, pero aunque Irlanda se resista terminará cediendo a las presiones de la UE que es la más interesada en parar el contagio”.
Tras Irlanda, vendrá Portugal en un mes aproximadamente según los cálculos del economista. “Si intervenimos ahora, estos países van a estar a salvo”.
España es demasiado grande para intervenirla como Grecia o Irlanda y Portugal, al parecer del analista. “Para parar el contagio, el BCE recurrirá en las próximas semanas a la compra de deuda española para estabilizar el mercado”, según Peruzzo. A su parecer, “hay que evitar que un problema puntual se convierta en un mal sistémico que puede ralentizar el crecimiento”.
“Si tus previsiones de crecimiento están por debajo de las previsiones de tipos de interés tu financiación es insostenible”, lo que podría explicar según Peruzzo la situación que están viviendo los mercados de deuda de los países periféricos de la zona euro. El riesgo está tanto en el sector externo, “hay dudas sobre la mejora de las exportaciones de algunos países”, como en la demanda interna que debería seguir cayendo en los próximos meses.
“Ha habido un claro problema de comunicación en toda esta crisis”, pone de manifiesto Peruzzo. “Los encargados de la política económica de la UE, esencialmente Francia y Alemania, no han sabido transmitir al mercado la idea de que en la unión los riesgos se comparten”. “Deberían ser más comunicativos y hacer ver a los fondos de inversión y los grandes fondos de pensiones, especialmente, que la UE no va a permitir una bancarrota”.
Abandonar el euro no es la solución
”No creo que vaya a salir ningún país del euro, ya que implica salir de la UE”, ha afirmado tajantemente Peruzzo. “El euro sirve de protección y si se sale de él lo único que se consigues es quedarte sólo en una isla”, apostilló.
La salida de Portugal del euro, como se ha venido hablando este fin de semana, “lo único que conseguirías sería hacer más dura la salida de la crisis”, al entender del experto. “Las implicaciones de dejar el euro pasan por años en los que los inversores no van a querer estar en tu país y nadie quiere eso”, apunta Peruzzo.
“No hay que descartar que Alemania siga presionando para que haya una quita a los inversores”, sostiene Silvio Peruzzo, pero “en la UE todos los países están vinculados y se buscará la solución menos dolorosa para todo”.
El euro caerá frente al dólar y los tipos no se moveran
Ante este panorama, desde Royal Bank of Scotland ven que el crecimiento de la zona euro se va a resentir en los próximos años. “No va a ser una recuperación tan rápida como esperamos, la salida de la crisis todavía es frágil”, según Peruzzo.
En sus previsiones macroeconómicas no descarta que hacía la mitad del año que viene, 2011, el dólar se revalorice ligeramente frente al euro “o quizá antes si la UE arregla sus problemas de confianza”, según Peruzzo. Así, ve un cambio euro-dólar en torno a los 1,26-1,30 dólares.
”Tampoco vemos movimiento de tipos en el año próximo”, ha comentado Peruzzo ante una posible subida de tipos de interés por parte del BCE. “Sólo si Alemania y Francia salen más rápido de la crisis, veremos cierta presión por parte de estos dos países para elevar las tasas de interés y frenar la inflación”, apuntó el analista de RBS.