Asocio a Ron Howard con un concreto tipo de cine que visionaba en mi infancia y juventud, el de aquellas películas desenfadas y con buenas dosis de fantasía, comicidad y aventuras. Aunque empezó su carrera profesional como actor de televisión, ha sido desempeñando su faceta de director como ha alcanzado la fama y el reconocimiento a su trabajo. Títulos como “Un, dos, tres… Splash”, Cocoon”, “Willow” o “Detrás de la noticia” configuran en gran medida el espíritu cinematográfico de los años ochenta y principios de los noventa. Se trataba de cintas que no recibían premios ni críticas especialmente favorables pero que, por contra, conectaban con un amplio sector del público que, con el paso del tiempo, las sigue recordando con un punto de nostalgia. A mi juicio, su filmografía ha ido madurando, lo que le ha hecho perder parcialmente su frescura y descaro iniciales. Sin embargo, es en esta etapa más reciente cuando ha firmado sus mejores obras, como “Una mente maravillosa” (que le reportó dos Oscar), “Apolo 13” o “El desafío: Frost contra Nixon”, que prueban su evolución y su progreso. Es verdad que ha dejado por el camino otros proyectos decepcionantes pero, aun así, no puedo evitar mi simpatía por el realizador estadounidense. Ahora presenta el largometraje “En el corazón del mar” que, aunque se esté relacionando publicitariamente con “Moby Dick”, apenas tiene que ver con el film de John Huston de 1956, protagonizado por Gregory Peck. Narra los avatares de la tripulación del navío Essex, que a principios del siglo XIX sobrevivió en alta mar en durísimas condiciones de vida, después de que el barco se topase con una enorme ballena blanca. El oficial de mayor rango, obsesionado con dar caza al animal, se enfrentó a toda clase de calamidades y arrastró a sus marineros en una cruzada más allá de lo humanamente soportable. Estos hechos, presentados como reales, inspiraron posteriormente a Herman Melville el argumento de su éxito literario “Moby Dick”. Se trata de una correcta película de aventuras, que destaca sobremanera en los aspectos técnicos y en la impecable realización. Rodada en las islas canarias de La Gomera y Lanzarote, cuenta con una sobresaliente fotografía que le dota de una poderosa atracción visual. Es, en definitiva, una especie de homenaje al género clásico de aventuras, pero recurriendo a los increíbles avances de efectos especiales del siglo XXI. Los niveles de intensidad y emoción son adecuados para el relato, de modo que agradará a los aficionados a este tipo de cine. Tal vez el aspecto más endeble radique en el perfil secundario de los personajes, excesivamente desaprovechados en comparación con la majestuosidad épica de la narración. En ocasiones se pone de manifiesto la tendencia a avasallar los sentidos del espectador a través de una avalancha de imágenes impactantes, pero dejando a los protagonistas en un segundo plano. No obstante, no cabe reproche alguno a los actores sino, en su caso, a un fallo en el enfoque del guión. Encabeza el reparto Chris Hemsworth, cuyo notable trabajo físico supera al de sus anteriores actuaciones. Demuestra su capacidad para no limitarse a abordar papeles tan encorsetados como el de “Thor”. Le acompañan el todavía incipiente, aunque interesante, Tom Holland, que afronta su tercera actuación en la gran pantalla tras debutar en “Lo imposible”, y el eficaz Cilian Murphy, extraordinario intérprete que ha demostrado de sobra su talento en “Cold Mountain”, “El viento que agita la cebada” o “Desayuno en Plutón”, y que atesora en su currículum obras de culto como “Batman Begins”, “La joven de la perla” u “Origen”.
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Datos del filmPelícula: En el corazón del mar.
Título original: In the Heart of the Sea.
Dirección: Ron Howard.
País: USA. Año: 2015. Duración: 121 min. Género: Drama.
Reparto: Chris Hemsworth, Benjamin Walker, Cillian Murphy, Tom Holland, Ben Whishaw, Brendan Gleeson.
Guion: Charles Leavitt; basado en la novela de Nathaniel Philbrick.
Música: Roque Baños.