Revista Cultura y Ocio
Título: En el país de la nube blanca (Im Land der weissen wolke)
Autor: Sarah LarkEditorial: Ediciones B (julio 2011)Año de publicación: 2007Páginas: 752
21 euros
Ya sabéis lo mucho que me gusta viajar y conocer nuevos países y culturas, si no puede ser en persona, a través de los libros. En el país de la nube blanca de Sarah Lark nos invita a viajar a la Nueva Zelanda de mediados del siglo XIX, momento en que esta isla de las Antípodas estaba comenzando a ser colonizada por los británicos. Las protagonistas de la novela son Helen y Gwyneira, dos mujeres muy diferentes, que por azar acabarán siendo amigas y compartiendo destino en este nuevo país. Helen trabaja de institutriz en Londres, es una persona muy apegada a los libros, sencilla y muy sensata. Sin embargo, decide embarcarse con gran valor rumbo a ese mundo desconocido para casarse con un granjero al que no conoce, respondiendo a un anuncio en el que se piden mujeres para concertar matrimonios en esas tierras lejanas. Por su parte Gwyneira pertenece a una familia galesa noble y acomodada, y ha sido prometida al hijo de un propietario de tierras y grandes rebaños de ovejas neozelandés, al que tampoco conoce. Helen y Gwyneira coincidirán en el barco que las llevará a esas lejanas tierras donde las dos vivirán situaciones que nunca hubieran imaginado experimentar.
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Este es uno de esos libros en los que cuanto menos sepáis del argumento mejor, la autora es indiscutiblemente buena planteando situaciones que nos mantienen en suspenso queriendo leer más y más para saber qué sucede a continuación. Su estilo es muy ágil y sencillo, lleno de diálogos y de descripciones evocadoras de paisajes increíbles, con lo que, a pesar de su extensión, es un libro que se lee en un suspiro, lo difícil es dejar de leer. Los personajes que crea son tan humanos que fácilmente nos encariñamos con ellos, y, algo que me ha gustado especialmente, incluso aquellos que en principio nos pudieran parecer odiosos, van evolucionando, y les vemos no sólo a través de los ojos de las protagonistas, sino como personas en si mismas, con sus anhelos y frustraciones, algo que hace que se vuelvan más reales aún. Además de las protagonistas conocemos a un buen número de personajes, algunos más aventureros, otros menos, pero todos con el denominador común de haber iniciado una vida nueva en un país joven y nuevo.
El eje principal de la novela son Helen y Gwyneira, sus matrimonios, hijos, sentimientos, sueños, la vida que llevan. Sin embargo, me quedo también con algo muy importante en el libro, y es la descripción de la vida en una granja de cría de ovejas, un trabajo duro en el que todos tienen que participar. Así como la vida en las entonces pequeñas y emergentes poblaciones muy diferentes de la gran Londres a la que los nuevos colonos estaban acostumbrados, con todas sus deficiencias, como la falta de todas las comodidades y la dificultad de adaptarse a un mundo natural lejos de las grandes ciudades. También conoceremos a los cazadores de ballenas o de focas, y a los buscadores de oro. Pero sin duda, los personajes más interesantes de la novela son los maoríes, los indígenas de Nueva Zelanda, con sus costumbres y forma de vida tan diferente a la de los británicos. El choque es inevitable, teniendo en cuenta además que, como siempre, los invasores han engañado a este pacífico pueblo quedándose con sus tierras sin pagar apenas nada a cambio. Los paisajes, como digo, son absolutamente fascinantes, con solo cerrar los ojos podemos imaginarnos a caballo por inmensas extensiones de terreno, bajo un cielo azul y sentir la libertad.
Eso si, si habéis leído otras reseñas veréis que voy a compartir la pega que se le ha puesto en general a este libro, y es que el arranque es formidable, pero a medida que avanzamos en la lectura, y especialmente en el tramo final, los acontecimientos se precipitan y comienzan a pasar muchas cosas a una velocidad de vértigo. Teniendo en cuenta que el ritmo general de la novela es más pausado, que la autora nos ha ido introduciendo poco a poco a los personajes, y que realmente a esas alturas de la lectura les tienes ya cariño a muchos de ellos, ir cerrando cada una de las historias con breves capítulos me ha parecido una pena. Parece que la autora se dio cuenta en determinado punto de que le estaba quedando un libro un tanto largo y decidió ir acabando ya. Por no hablar de que si bien el tono general de la novela es muy realista (no os encariñéis demasiado con los personajes), hacia el final parece que todo tiene que salir bien. No estoy en contra de los finales felices, pero es que creo que tiene que haber cierta coherencia. A pesar de estas pequeñas pegas, la novela es fantástica, es entretenida, muy ágil y nos traslada sin problemas a esa época y lugar. Recordad además que todavía estáis a tiempo hasta el 5 de septiembre de participar en el sorteo de un ejemplar del libro gracias a Ediciones B. Para conseguirlo tan sólo tenéis que apuntaros en los comentarios de esta entrada
Sorteo 'En el país de la nube blanca' de Sarah Lark