Hoy este blog permanecerá en huelga, apenas movilizado por unos servicios mínimos que no pasan más allá de su mantenimiento (poco) y de sacar algún comentario de Spam o de la carpeta de moderación. Tengo a la caballería trotando a pocos metros defendiendo mi derecho al trabajo. Deberían estar en las puertas de las oficinas del Inem, defendiendo ese derecho para cinco millones de personas, auténticos hombres y auténticas mujeres que, sean padres o madres o todo lo contrario, exigen desde hace demasiado tiempo ejercer ese derecho. Y no pueden. Y cuando lo consigan lo harán en unas condiciones precarias que apenas les permitirán subsistir. Ese es el porqué del parón. Y luego tomaremos la calle, que es de todos: y que entiendan que las movilizaciones no son un problema de orden público ni saquen por ello la caballería (los más asustados, los caballos). Es cuestión de dignidad y de defensa de unos derechos, también mínimos. Buen día.