Revista América Latina
El recorrido de las siete iglesias en la noche del Jueves Santo -que en algunos lugares se extiende a la mañana del Viernes Santo- es sin duda una de las tradiciones más comunes de la Semana Santa en toda América Latina. Estas visitas y la oración en cada una de ellas simboliza el acompañamiento de los fieles a Jesús, en cada uno de sus recorridos en la noche que fue apresado hasta su crucifixión.En la primera iglesia se recuerda el recorrido de Jesús desde el Cenáculo, en donde celebra la Última Cena con sus discípulos, hasta el huerto de Getsemaní en donde ora y suda sangre.En la segunda se medita sobre el paso desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás en donde fue interrogado por este y en donde recibe una bofetada.En la tercera iglesia la oración se centra en el paso hasta la casa de Caifás en donde fue escupido y en donde recibe injurias y sufre dolores toda la noche.Su primera comparecencia ante Pilatos, el gobernador romano de la región, es el centro de la reflexión en la cuarta iglesia. Allí Jesús fue acusado por los judíos que levantaron falsos testimonios contra él.En la quinta iglesia se acompaña al Señor en su comparecencia ante el rey Herodes, en donde él y sus guardias también lo injurian.La segunda comparecencia ante Pilatos centra la meditación en la sexta iglesia. En esta oportunidad Jesús es coronado con espinas y es condenado a muerte.En la séptima iglesia recordamos el paso de la casa de Pilato hasta el monte calvario llevando la cruz a cuestas hasta la muerte en la cruz y su paso el sepulcro, de donde resucita al tercer día.Esta última meditación se hace de manera especial y más intensa durante la oración del Vía Crucis, el Viernes Santo.