La palabra es un tanto chocante, pero parece ser que es la que mejor representa al tipo de infancia actual, los niños de hoy en día son sumamente materialistas, lo que explica que su felicidad esté estrechamente ligada a aquellos bienes materiales que poseen y no a otros valores más nobles y saludables, como se esperaría.
Esto se conoce gracias a una investigación llevada recientemente a cabo por la fundación británica Children’s Society, junto a la Universidad de Nueva York, en un proceso en el que se encuestó a unos 5000 niños con edades comprendidas entre los 8 y los 15 años, preguntándoles cuál era la posesión que ellos consideraban más indispensable entre una selección de objetos, para tener lo que se denomina “un tipo normal de vida”.
Entre los objetos que componían la lista que los niños tenían para anlizar se encontraban celulares, videojuegos y productos de música, además de algunos conceptos como “contar con dinero en el bolsillo o para ahorrar”, luego se le consultó a cada niño si poseían esos elementos y en caso de no tenerlos, si esa falta en particular los hacía sentirse menos o más felices en general.
Los resultados indicaron que los menores que no poseían dos o más de los bienes que figuraban en la lista se manifestaban menos felices que sus amigos y conocidos que sí tenían esos elementos, en lo que sorprendentemente pareció ser una relación equivalente, por lo que aquellos niños que por ejemplo no contaban con 5 elementos de la lista, parecían hasta cinco veces más desdichados en su vida que el resto.
Mónica Peña, coordinadora del Programa de Protagonismo Infanto-Juvenil de la U. Diego Portales, indica:
“Acá se ve algo muy interesante: ellos quieren estos objetos materiales por la relación con sus pares; se transforma en un fenómeno de pertenencia. Esto es algo que antes se pensaba que se daba sólo a partir de la adolescencia”.
Los niños también fueron invitados a contar sobre aquellos bienes que no tenían pero que ellos pensaban que necesitaban para ser más felices, un 22% indicó que deseaba dinero en el bolsillo cada semana, el 18% quería viajes familiares todos los meses y el 17% se conformaba con reproductores de música, en todos los casos mantuvieron la idea de que con esos elementos ellos serían entonces más “normales”.
Cuando se les preguntó cuáles eran aquellas cosas que los hacía más infelices no tener, la mayoría coincidió en que no tener ropa de marca, viajes, un auto lindo, consolas de video o Tv cable o satelital eran las razones claves, es por ello que a los expertos les impresionó encontrarse con niños tan materialistas que no se decantaron por otros ítems en la lista, como tiempo en familia, ratos de juego o diversión al aire libre.