Título: En la Calle Mayor.Autora: Virginia Gil Rodríguez.Editorial: Createspace Independent Publishing Platform. AmazonPáginas: 128Resumen oficial.
En la Calle Mayor de una ciudad y amurallada, sucederán hechos sorprendentes. May ve como su padre, un escritor frustrado, desaparece ante sus propios ojos en circunstancias misteriosas. Desde ese momento su vida cambia.
Su madre, con la que la relación es silenciosa aumenta las horas de trabajo en el hospital, y ella tiene que ocuparse de Leo, su hermano pequeño. May deja de hablar con todo el mundo salvo con Leo.
Poco a poco olvida las horas compartidas de lectura en las rodillas de su padre, y empieza a comunicarse con él a través de su diario, sin obtener respuesta explícita.
Una tarde, su madre descubre un libro en el escaparate de la librería de la Calle Mayor y una fuerza desconocida le invita a adentrarse en la tienda. El libro habla de ángeles, de la magia de la vida. El libro es una invitación a utilizar esa magia para transformarse. Pero no todo ocurrirá de la manera esperada. Porque la vida nos tiene reservado exactamente lo que necesitamos y no lo que creemos necesitar. O eso es al menos lo que dicen el zapatero y la librera, los dos sabios espirituales de la Calle Mayor.
Impresión personal.
Me ha encantado ¿qué queréis que os diga? Y es que no podía ser de otra manera. Esta novelita de algo más de cien páginas tiene todos los ingrediente para que esté junto con mi Historia Interminable y mi Momo de Michael Ende en los lugares de cabeza de mi estantería.
Los que me conocéis un poco, sabéis que a mi (¡con mis años!) me encanta la fantasía y si es fantasía con mensaje entre líneas aún mejor. No puedo resistirme a seres mágicos, viejas gruñonas (con verruga o sin ella), viejos sentenciosos y niños inocentes y algún que otro "malo" perdedor que suele ser, al fin y al cabo, digno de lástima.
De todo eso podemos encontrar En la Calle Mayor de Hondarribia. Niños inocentes y soñadores como May, Leo o Ryo; vecinos que sin apenas tener nada sienten que lo tienen todo y son felices en su pequeño mundo como la peculiar librera Mel o el Sr. Pol de la zapatería; los que corren y corren sin saber adonde van y ni se paran a pensar adonde les gustaría ir y con las prisas se pierden lo importante de la vida y, sobre todo, el tiempo que ésta les puede durar como el Sr. Pris; los gruñones y quejosos respecto a casi todo lo que les rodea, incapaces de encontrar una brizna de ilusión y esperanza en lo que tienen o lo que podrían conseguir como la Sra. Munch y la Sra. Ula; los que, simplemente, ya no esperan nada y sólo desean desaparecer, descansar como Ian o el Sr. Munch; y los dignos de lástima porque su maldad no es más que miedo o envidia como Set o la Srta. Pía.
Todos ellos forman parte de esta Calle Mayor tan mágica, donde unos niños a través de sus deseos más potentes, llenos de necesidades intangibles, ven como aquello que desean, de algún modo, se va cumpliendo dándoles la esperanza que necesitan pero, también la enseñanza de que a veces desear algo para ti supone dañar a quien no se desea o pasarse en la proporción de lo que se desea con tanto ahínco y volverse en contra.
May es una niña desgraciada y silenciosa por lo desgraciada que se siente. Ha perdido a su padre, nadie la cree y su madre, para mantenerla a ella y a su hermano, no puede dedicarle el tiempo que requieren. Por eso May desea que casi todo cambie en su vida: que su padre regrese, que su madre trabaje menos y les dedique el tiempo necesario como otras madres, que la Sra. Munch deje de gritarles, que Set y la Sra. Pía, su maestra, dejen de acosarla y de meterse con ella y quiere, sobre todo, ser capaz de hablar y hacerse oír. De momento, sólo escribe lo que siente en un diario dirigido a su padre.
A través de un libro "mágico", May realiza un curioso "trabajo de campo" para la escuela preguntando a la gente de su calle qué les gustaría pedirle a un "ángel" para ser más felices. Una encuesta curiosa que no deja de sorprender a May porque ve que no todo el mundo desea algo; que a veces, lo deseado no es realmente lo que necesitamos sino, al contrario, nos puede hacer más infelices y que hay que luchar por lo que se desea empezando por expresarlo.
En la Calle Mayor me ha recordado mucho a la Historia Interminable. La librería de Mel bien podría simular aquella vieja librería del Sr. Koreander y la acción de un libro como "Pon un ángel a trabajar" muestra la interacción del libro con sus lectores de forma similar.
"Creo que los libros son más que libros. Que son amigos y maestros. Pero no hablo de los de texto que os meten con calzador. Me refiero a los libros que uno elige; de los libros que le eligen a uno"Sinceramente, os recomiendo este libro. Es una delicia estupendamente escrita, desde el cariño a la literatura y a todos esos lugares a los que nos transporta cuando leemos. También es un canto a la vida y a la magia que tiene la de cada uno de nosotros. Una magia que, a veces, nos ofuscamos en esconder entre banalidades y nimiedades sin relevancia sobre el conjunto.