Revista Tecnología
La filmografía de François Ozon es muy irregular, algunos títulos interesantes se alternan con otros de escasa calidad. Pero su último trabajo se alza por encima de todo lo anterior, En la casa es una inteligente, divertida y apasionante obra que demuestra el gran talento que puede llegara a derrochar este interesante director.
Germain es un profesor de literatura francesa que comienza un nuevo curso con una terrible clase formada únicamente por alumnos obtusos. Cuando les manda realizar una redacción en la que describan su último fin de semana, entre todos los textos mediocres destaca uno. En él, el joven Claude García, expresa con brillante prosa cómo fue a la casa de uno de sus compañeros, y con cierta ironía se ríe de él y de su familia. Ante la posibilidad de encontrarse ante un talento en bruto, Germain decide ayudar a Claude para que continúe su relato. Pero llega un momento en el que la realidad y la ficción se mezclan, y resulta imposible distinguir si lo que el joven escribe sale de su imaginación o si realmente lo está viviendo con la familia de su compañero, en la casa.
El film se mueve entre la comedia y el drama, todo recubierto de una pátina de intriga. En la casa habla es una reflexión sobre la propia creación artística, y de cómo esta puede llegar a suplantar el mundo real. Cuando Germain se adentra en la historia de Claude deja a un lado su vida, no presta atención a su mujer, solo vive para el relato de los Rafa. Incluso está dispuesto a poner en riesgo su propio puesto de trabajo con tal de que ese adictivo texto no tenga fin. La metanarración llega hasta el punto de que Jeanne, la esposa de Germain, pregunta a su marido si ella es real o si también forma parte de un relato ficticio. Esto también lo podemos llegar a pensar sobre el matrimonio Artole, ya que llegamos a conocerlos en profundidad pero solo a través de lo que Claude nos cuenta. El límite entre la realidad y la ficción está muy borroso, y resulta imposible distinguir dónde termina uno y empieza el otro.
Todo esto se nos presenta en un film magníficamente dirigido, con un gran sentido del ritmo. Divertido e hipnótico, atrapa desde el primer momento y no suelta al espectador hasta su peculiar final. Las interpretaciones están en estado de gracia, en especial las de Fabrici Luchini como Germain y Ernst Umhauer, Claude. En conjunto un film excepcional, inteligente y brillantemente llevado a la pantalla. Una de las mayores sorpresas que tuvimos la ocasión de ver en cines el 2012.
Cuando se estrena en Estados Unidos nos llega a nosotros su edición en formato físico de manos de Cameo. Tanto en DVD como Bluray la calidad de imagen y sonido es excepcional, los subtítulos son buenos y viene acompañado de ingentes extras. Entre estos destaca un making of de casi una hora en el que se hará un recorrido desde los primeros ensayos hasta la última escena rodada. Tanto la película como la edición son completamente recomendables, casi obligatorias.