Revista Religión

En Las Manos De Dios Nuestro Alfarero

Por Evangelista Guzmán Rodriguez @GuzmanRodr

Lo Más Importante Es Confiar La Vida En Las Manos De Dios

En Las Manos De Dios Nuestro Alfarero, es en donde debe estar siempre la vida de todo hombre o mujer que de verdad se dice ser creyente, cristianos o no el ser humano necesita vivir según los fundamentos establecidos por su creador.
En Las Manos De Dios Nuestro Alfarero
Al decir cristiano o no, me refiero de forma respetuosa a los que no lo son, un buen ejemplo son los Judíos que no aceptan a Jesucristo como Señor y Salvador y sin embargo son tal vez las personas más celosas de la ley de Dios, lo único que todavía no pueden reconocer que Cristo vino es es el mismo que clavaron en un madero.

La Importancia De Estar En Las Manos De Dios


Al igual que el pueblo Judío muchas personas por el mundo no pueden entender las verdades de su creador y mucho menos su voluntad, somos obras de sus manos y como tales es de fundamental importancia estar siempre en su presencia sujeto a su voluntad. Estamos en sus manos, él es el alfarero que da sentido a nuestras vidas y la mejor forma es mediante la creación de una nueva criatura que nace de reconocer a Cristo como Señor y Salvador y siendo sellado por su Santo Espíritu.
Nosotros podemos ver en este pasaje (Jeremías18:1-2), que lo más importantes, es recibir la palabra de Dios, y para poder recibir la palabra de Dios, existe la necesidad de ir a la casa del Alfarero. Estar en su presencia es fundamental para recibir su palabra la cual es lumbrera en nuestro camino y como dice el Salmo 1, somos bienaventurado cuando meditamos en ella de día y de noche y en ella esta nuestra delicia.

Con Sus Propias Manos Dios Creo El Templo Que Somos Tu y Yo


Con mucho amor, de una forma muy especial y con sus propias Manos, en el Principio, el gran Artesano, el primer Alfarero, Nuestro Dios, hizo una vasija de barro con propósito eterno, para ponerse dentro de ella. Dios tiene un templo para vivir y es cada creyente que pueda ponerse en sus manos y dejarse dirigir por él, todo sabemos que el Espíritu del Señor no mora en templo sucio y por lo tanto debe ser purificado y adecuado para ser un recipiente digno de su presencia.
No es que realmente tengamos algún merito para tener el privilegio de ser casa de Dios, es que por su gran amor cuando nos acercamos a su presencia con fe, el pone en nosotros ese gran tesoro para una vida agradable en su presencia y ser mensajeros fieles del reino de los cielos. 2da.Corintios 4:7 “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros”.
En el sentido natural el hombre fue formado del polvo de la tierra según como podemos ver en Génesis 2:7, ”Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. A causa del pecado fruto de la des obediencia el hombre perdió su comunión con Dios, pero las promesas fieles de Jesús, son de restauración.
Hoy en día el Señor crea un hombre espiritual por medio del nuevo nacimiento en Cristo. En el simbolismo del bautismo, tenemos esta representación de morir al pecado y nacer como Nueva Criatura En Las Manos de Dios, el Alfarero que te creo y que desea perfeccionar su obra en ti. Job 33:6, “de barro fui yo también formado”.
Si la humanidad pudiera entender lo que es ser hijo de Dios, recibir los consejos del padre más amoroso que puede existir y disfrutar de su cuidado. Isaìas 64:8, “Ahora pues Jehová, Tú eres nuestro Padre; nosotros barro, y Tú el que nos formaste, así que obra de tus manos somos todos nosotros”. Puede que el proceso tal sea doloroso, pero Dios sabe lo que esta haciendo, recuerda la metáfora de “La Tacita de Barro En Manos del Alfarero”.
Ciertamente podemos dar testimonio de que el hombre es su obra maestra. Al ver la historia de la creación, podemos darnos cuenta como nuestro creador da un mandato y con el poder de su palabra mediante la acción se su Santo Espíritu forma todo lo creado, pero cuando llega el tiempo de crear al hombre, cuando ya el paraíso estaba listo para recibirlo, dice una palabra maravillosa, dijo, “hagamos“.
Nuestro Alfarero hizo una obra perfecta, pues lo hizo a su imagen y semejanza (Génesis 1:26,27, “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”).
Lo que ha pasado con la humanidad es que se rebelo contra la voluntad de Dios, por causa del pecado, la desobediencia, el buscar su propio camino, el hombre se separo de los principios de su creador. Al pretender ser el arquitecto de su propio destino, uno distinto del que Dios siempre quiso para el ser humano el hombre perdió la capacidad de usar bien ese gran poder que le fue entregado de administrar al planeta y esa es la causa de todos los males.
Si queremos una sociedad distinta, sin tantos conflitos, con menos dolor y todos esos grandes problemas que tenemos, debemos regresar a la fuente y dejar que sea Dios quien mordee la vida de cada uno de nosotros. En su palabra esta la receta, el Espíritu nos guia a toda verdad y justicia, es decir pongamos nuestras vidas “En Las Manos De Dios Nuestro Alfarero”.

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