Bueno, y vamos allá con los otros dos libros de la saga de Los Juegos del Hambre. Los voy a reseñar los dos juntos porque me resulta muy difícil no hablar de la saga en general y creo que, además, uno por uno igual os aburrís.
Lo malo de estas reseñas es que no puedo contaros el argumento sin que sepáis cosas d ellos libros anteriores así que, si no los habéis leído, dejad esta entrada para otro momento.
El segundo libro de la saga es En llamas y debo reconocer que, en algunos aspectos, me ha gustado más que el primero. No en general, es más flojo, pero tiene un par de ideas originales.
En él, Katniss y Peeta han conseguido salir con vida de los últimos Juegos del Hambre gracias a su estrategia de ganarse al público como una pareja enamorada. Ya están de vuelta en su distrito y deberían sentirse, cuando menos, aliviados. Pero no es así, aún les queda la gira promocional por todos los distritos y el Capitolio no les va a perdonar que hayan osado a desafiarles, sobre todo a Katniss. Así empezamos este libro que va a enseñarnos la cara más cruel de la terrible tiranía en la que se encuentra Panem y el dolor de sus habitantes. Por si fuera poco, justo este año, por aquello de que se juega la 75 edición de los juegos, serán diferentes, mucho peores, ya os lo imaginaréis y nuestros protagonistas no saben hasta qué punto les va a tocar sufrirlos.
Decidí leerme los tres libros seguidos porque sabía que si no lo hacía así no acabaría la saga y me conformaría con preguntarle a mi hermana un par de dudas. No quería que me pasara eso así que, en cuanto acabé el primero empecé con este. Debo decir que me falta y me sobra lo mismo que en el otro. La historia me sigue pareciendo buena y original y sigo pensando que el tratar de hacerla comercial la estropea.
Vamos viendo evolucionar un poco a los personajes, o tal vez es que los vamos conociendo mejor, los que tenían algo que aportar siguen haciéndolo y los clichés no cambian. Katniss, la pobre, consigue ir cayéndome cada vez peor y me sigue pareciendo una persona con muy poca amplitud de miras y que, además, se arrima al sol que más calienta,como ya reconocerán otros personajes más adelante. Total, que a pesar de ser la protagonista, yo no consigo encariñarme con ella.
Y esta vez vamos a entrar de lleno en el supuesto triángulo amoroso. Parece que en la literatura juvenil si no hay un triángulo amoroso no hay historia y por lo tanto, lo colocamos en la novela aunque no acabe de tener sitio. Esa ha sido mi sensación. La historia de amor de esta saga no es emocionante porque solo uno de los implicados siente amor y lo demuestra. La chica del triángulo no sabe hacia dónde caminar (reconozco que en su caso yo tampoco sabría) y va de uno a otro sin que sepamos muy bien qué la impulsa a hacerlo. Del tercero en discordia, Gale, el compañero de caza y amigo de Katniss, no conoceremos los sentimientos hasta este libro y a mí no me parecieron muy creíbles.
¿Qué me ha gustado? Hemos conocido mejor Panem y a sus habitantes, han aparecido nuevos personajes bastante interesantes y la historia, cada vez más violenta, va tomando una dirección que, si bien era de esperar, ayuda a dar sentido a la historia.
En Sinsajo el tercer libro de la saga todo se ha complicado mucho más. Katniss ha vuelto a sobrevivir a los juegos y se encuentra en el distrito 13 que había conseguido permanecer oculto y con vida y que planea una revolución. Su familia y la de Gale también están allí y Peeta ha sido capturado por el Capitolio.
Al comenzar a leer este libro vamos a encontrar una Katniss huraña y encerrada en sí misma, totalmente traumatizada. No es para menos, la verdad. Lo curioso es que justo ella, que no es capaz de mirar más allá de su dolor, que lo da siempre todo por perdido antes de luchar (aunque luego luche como una leona) y que cada vez es más dura se ha convertido en símbolo de la revolución, todos los distritos ven en ella una esperanza y parece ser que, al desafiar al Capitolio en los primeros juegos, encendió la chispa que hacía falta para que la gente de Panem decidiera que no se iba a dejar pisotear más.
Una vez más, la violencia va a llenar páginas y páginas. Hay quien me comentó que le había parecido excesiva y gratuita, yo, más bien, la veo un poco rebuscada.
Me llama la atención que, en esta revolución no hay unión ni compañerismo. Solo algunos de los personajes que ya conocemos conseguirán hacerla más humana. El distrito 13 que debería aparecer como un aliado se columpia siempre entre esto y una nueva pequeña dictadura, la vida allí no es mejor que en los otros distritos y sus habitantes no son más valientes ni tienen más esperanza, rezuman amargura por los cuatro costados. Con las cosas así, entiendo perfectamente que Katniss, que no es la alegría de la huerta, no encuentre motivación para ser imagen de nada y se limite a dejarse llevar como una marioneta. A lo mejor pensáis que estoy loca pero creo que Katniss y su actitud forman parte de esta crítica social de la que hablábamos en la reseña anterior. Al fin y al cabo, la sociedad que se nos presenta no es tan diferente a la nuestra (por desgracias, sabemos que hay niños que se ven obligados a matar para sobrevivir). ¿Y nuestras figuras representativas? ¿Son como Katniss? Al fin y al cabo ella no merece el papel que se le asigna, no hace nada por ser digna de él, es más, ni siquiera le gusta. Se limita a dejarse manejar y a poner la imagen. Es una heroína de mentira, una fachada.
No me ha gustado esta actitud de los personajes, sin esperanza no hay un motivo para luchar, el odio hacia el opresor solo, sin más, no sirve.
Leí en el blog de Laky ( Libros que hay que leer) que la historia no acababa ni bien ni mal sino como era de esperar. Estoy de acuerdo, en una novela en la que todo es negro y gris, esa falta de esperanza de la que hablo no puede provocar más que un final gris.
Lo cierto es que toda la saga repite patrones y conductas y es bastante previsible, creo que eso ocurre porque le falta un poco de elaboración. Cuando empecé a leerlo le comenté a mi hermana que si el libro hubiera estado más cuidado y mejor terminado habría salido una novela de ciencia ficción para adultos muy buena y ella me dio la razón aunque también me comentó que entonces habría tenido que ser más densa, no habría llegado a tanta gente y no se habría vendido igual, Ahí radica, en mi opinión, el fallo más grande de esta saga. Tenemos una buena historia, un argumento original, unos personajes que, bien jugados, podrían haber dado mucho de sí y una crítica social que a mí me ha gustado muchísimo. Todo eso desaparece bajo el peso de las reglas de los best seller. Me da igual que hubiera estado orientada para jóvenes o para adultos, si no se hubiera forzado una estructura comercial habría sido fantástica (y quién sabe, a lo mejor se habría vendido igual) pero supongo que es más fácil ir a lo seguro.
Dicho esto, a pesar de todos los defectos que yo le veo (y en los que no hubiera hecho tanto hincapié si no me hubieran querido vender algo que no es), yo recomiendo la saga, como ya dije, engancha, es fácil de leer, cuenta una historia original y es entretenida. Sí recomiendo tener cuidado con las edades y la sensibilidad de los lectores, no son pocas las quejas que he leído de madres que comentaban que sus hijos se habían impresionado. Tal vez no nos parezca para tanto pero no olvidemos que es una novela juvenil y eso quiere decir a partir de 14 años y siempre dependiendo del grado de madurez de la persona que se va a encontrar con ella.