¿Qué tal van las Fiestas?. Seguro que más de uno se sentirá como yo... pesado. Por mucho cuidado y mucha atención que pongamos en lo que ingerimos, siempre nos pasamos un poco: que si el aperitivo, que si los entrantes, que si el plato principal (mariscos, pescados, canelones, cabrito, cochinillo....) y para rematar, los postres y dulces típicos de estas fechas. Y es que no te puedes contener a probar un poquito de algo: un pedacito de turrón, un polvorón, un mazapán....sí...vale, es una pieza, pero uno de cada hace una buena cantidad. Pero todos coincidiréis conmigo que es muy difícil escaparse de todo esto.
Y luego está la bebida: que si una cervecita para el aperitivo, que si una copita de vino, que si una de cava para brindar.... Pero aún estamos a mitad y todavía nos quedan muchas fiestas para celebrar: San Esteban, Fin de Año, Año Nuevo, Reyes.
Un menú navideño puede triplicar la ingesta de cualquier comida equilibrada, y aunque esto por sí sólo ya representa un peligro para la salud y el peso, el estrés generado por las Fiestas, los desajustes horarios de las comidas y el sedentarismo también suman puntos para sufrir problemas estomacales o aumentar una media de tres kilos estos días. Los enfermos renales seremos cautelosos y tenemos que tener mucho cuidado en no pasarnos demasiado, sobre todo aquellos que están en diálisis o en prediálisis, con el potasio, fósforo y las proteínas.
Así que lo mejor que os puedo aconsejar, algo que me ayuda a mí a mantenerme en el peso y no excederme demasiado, es compensar. Si coméis demasiado, la cena que sea bien ligera: un pequeño sandwich, fruta con yogurt, leche con galletas. Y para los que no tengan restringido los líquidos, beber abundante agua e infusiones digestivas que ayudarán a limpiar el organismo.
Ana Hidalgo
