En proceso y casi una No-reseña: Y por eso rompimos

La verdad es que ya empezar este post me da repelús.

¿Recordáis lo que comenté en el IMM cuando mostré este envío? “No sé qué tal será, pero que la editorial se lo ha currado, eso está claro. Las editoriales cada vez miman más a sus publicaciones especiales, ¿será porque los libros a secas no llegan a tanto y necesitan de algún que otro adorno? Pues no sé, lo descubriré prontito (pero de momento ya me han camelado, para qué negarlo).”

Pues bueno, quizá mi subconsciente se quedó con esas palabras y ha hecho que desde la

primera hoja me den ganas de tirar el libro a la basura, pero lo que está claro es que si se cumple que…

• Las tres primeras páginas te aburren.
• Lo empiezas un 15 de febrero y a un 25 todavía vas por la página 139 (teniendo en cuenta que cada capítulo tiene un par de hojas inservibles al ser ilustradas y demás).
• Has leído cuatro novelas desde entonces.
• Cada vez que miras el libro sientes ese peso en el estómago, ese como el que sentías cuando te llevaban a cursillos de natación de pequeña y te daba miedo y llorabas o te hacías la enferma porque no querías ir.
• Cada vez que te pones a continuar la lectura y piensas que va a ser diferente lo acabas cerrando y dejándolo en el cajón de la mesita (ojo, no encima, en el cajón escondido) con las puntas de los dedos.

… el libro –al menos para ti- es malísimo.

Es que no soporto a Min. NO LA SOPORTO. No la aguanto, no puedo con ella, le daría de sopapos hasta en el DNI. Y encima no para –NO PARA- de hacer referencias a películas, a canciones, a libros, a actrices… tenerme agobiada es poco (y el uso del indicativo me saca de mis casillas).

Es una chica que le escribe una carta de “despedida” a su ex: una carta de 350 páginas mientras su mejor amigo la lleva a casa del chico a devolverle todo y dejarle la carta… es como… ¿me estás vacilando?

Es una melodramática, ¿qué tiene, 10 años? Le escribe una carta explicando el porqué de romper a Ed, el típico chico de instituto americano sin una pizca de materia gris que es bueno en los deportes y del que no te enamorarías por muy buenorro que esté; pues sí, Min pierde el culo por él, y le escribe la carta para explicarle en cada capítulo un motivo para romper (no me hacías caso, no me entendías, parecías tonto, tenías muchas “exs”, que si esto, que si lo otro…).

Vale que la primera vez que dejas a alguien pues te queda esa espinita pero, ¡por favor!basta ya de recrearse en la miseria, que tampoco es para tanto teniendo en cuenta que es un amor de instituto… un poco de personalidad, chica (y lo mejor de todo es que tal y como está escrito, el autor quiere dar a entender que es una chica lista y con carácter y que por eso rompió); ¡crece, madura, que el mundo no se termina aquí! A mí la verdad es que sabiendo cómo está todo y los problemas tan importantes que tienen algunas personas, que este libro trate una ruptura adolescente como si fuera el drama mundial, me parece un poco de pena.

Me queda más de medio libro todavía (por eso al igual me estoy pasando al escribir todo esto sin saber qué más hay), pero no sé si podré seguir con él. ¿Alguien que recibiera la cajita y pueda darme ánimos, o estamos todos igual? Ya lo digo ahora: si en tres capítulos más la cosa sigue en el mismo plan abandono por muy mal que me sepa (no lo creeréis, pero siento de veras que Alfaguara me mandara el detallito y yo esté rajando tan desalmadamente de él, pero es que tenía que decirlo o reventaba).

Nia