FICHA TÉCNICA
Dirección: Tarsem Singh
Guion: Marc Klein, Jason Keller, Melisa Wallack
Producción: Bernie Goldmann, Ryan Kavanaugh, Brett Ratner
Dirección de fotografía: Brendan Galvin
Diseño de producción: Tom Foden
Diseñadora de vestuario: Eiko Ishioka
Coreógrafo: Paul Becker
Montaje: Robert Duffy, Nick Moore
FICHA ARTÍSTICA
La Reina: Julia Roberts
Blancanieves: Lily Collins
Príncipe Alcott: Armie Hammer
Brighton: Nathan Lane
Panadera Margaret: Mare Winningham
El Barón: Michael Lerner
Charles Renbock: Robert Emms
Napoleón: Jordan Prentice
Media Pinta: Mark Povinelli
Glotón: Joe Gnoff
Mandamás: Danny Woodburn
Lobo: Sebastian Saraceno
Matón: Martin Klebba
Risitas: Ronald Lee Clark
Argumento:
Nueva versión en clave de comedia del cuento de Blancanieves narrada desde el punto de vista de la malvada madastra. Siete valerosos y rebeldes enanitos ayudarán a Blancanieves a preparase para que pueda reclamar su derecho al trono que le pertenece por nacimiento y también a conseguir al Príncipe con el que se desea casar la temible Reina.
Antes de nada hay que avisar que aunque la película esté basada en el popular cuento de Blancanieves y los siete enanitos, la adaptación de Tarsem Singh no es infantil. Partimos que aquí el cuento lo narra la malvada madrastra para empezar, y continúa siendo una historia cómica y excéntrica a partes iguales, pero dirigida al público adulto.
Una de las cosas que no le podemos a achacar a Tarsem es que sus películas sean flojas visualmente, pasó en Inmortales -aunque ésta no estaba a la altura-, y vuelve a ocurrir aquí. Escenarios cargados, vestuario excesivo y llamativo, realizado por la genial y fallecida este mismo año Eiko Ishioka -con la que trabajó también en dicha cinta de dioses nombrada anteriormente-, un despliegue artístico increíble que merece la pena ver.
Respecto al reparto, Lily Collins está correcta, haciendo de niña buena con toques guerreros para enfrentarse a una Julia Roberts que roza la locura, hasta el punto de realizarse un tratamiento de belleza que dejará boquiabierto a todo el mundo y un Armie Hammer en su papel de príncipe encantador y caballeresco que tan bien le ha quedado.
No nos podemos olvidar de Nathan Lane como el sirviente pisoteado y por supuesto de los siete enanitos, tan dispares y divertidos que su química en conjunto es estupenda y muy natural.
Aquí queda esta primera interpretación de la princesa de cuento, que deja con expectativas a las que están por venir, pero que desde luego aprueba con buena nota por el buen rato que hará pasar a la gente.