Seguimos con nuestra ruta por Rajasthán a través de las zonas rurales, en las que aún sobrevive una numerosa población, dedicadas a la aagricultura y a las labores de pastoreo. En el camino nos ibamos adentrando en pequeños nucleos comunitarios, donde la gente nos mostraba su curiosidad y hospitalidad. Ya llevábamos más de media jornada de camino, atrás quedaban el palacio y los campos de Samode, y el ambiente aunque caluroso, ya amenazaba lluvia.
De pronto, mientras nos aproximamos al pequeño pueblo de Fatehpur, nos encontramos en medio de una lluvia torrencial que casi sin avisar, cayó en tromba sobre nosotros, así que aprovecharíamos la oportunidad, para hacer una parada, comer algo en uno de los puestos al margen de la vía principal que conduce al centro y de paso documentar fotográficamente las curiosas y pintorescas escenas que se producen cuando las aguas cubren las calles y caminos de las poblaciones indias.
El agua de la lluvia cubre las calles de Fatephur
Fatephur, es una interesante ciudad, situada a mitad de camino entre Jaipur y Bikaner, famosa por sus Havelis, antiguas mansiones de marcada arquitectura islámica y profusamente decoradas con pinturas murales ó frescos... aunque por desgracia, en la mayoría de ellas se aprecia un avanzado deterioro.
Imágenes de Fatephur y sus Havelis
En la mayoría de las ocasiones y especialmente en la India, la fotografía me brinda la oportunidad de acercarme a la gentes, para compartir sensaciones y pequeños momentos de sus vidas, así que despues de algunas fotos y de compartir un chai, con los lugareños, seguimos nuestra ruta hacia Bikaner, a pesar de que sigue lloviendo y los caminos se van haciendo más dificultosos de lo que ya son habitualmente.
Mientras nos preparan un chai, el joven ayudante limpia los utensilios bajo la lluvia
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