Revista España
Hace unos años la imagen típica de Tarifa era cualquiera de sus magníficas playas salpicada por las coloridas velas de las tablas de windsurf.
Ese aire alternativo, deportivo, aventurero y cultural ha permanecido como icono de Tarifa, junto al Castillo de Guzmán el Bueno o las ruinas romanas de Baelo Claudia.
Años después llegó el kite surf. La vela se separaba del agua y se elevaba al cielo convertida en cometa transformándose en el nuevo deporte de moda que atraía hacia las costas de Tarifa a todo aquel que quería probarlo en su propia esencia.
Al llegar a cualquiera de las playas tarifeñas enseguida se distinguía la silueta de las cometas que llenaban de color el cielo de Tarifa.
Sin perder vigencia ninguna de estas dos disciplinas, en la costa de la provincia de Cádiz, y sobre todo en Tarifa, una nueva modalidad se empieza a consolidar como una alternativa a sus dos predecesores: el paddle surf.
Este deporte se basa en dos elementos: la tabla, algo más grande que la tabla de surf y el remo o paddle. Para practicar el paddle es necesario que el viento no sople muy fuerte, o mejor incluso que no sople. La tabla se impulsa con el remo. El navegante va de pie.