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Queridos niños, y niñas, y jóvenes, y no tan jóvenes...Queridos todos, y todas, que no habéis vivido una época tan gloriosa y emocionante como aquélla en la que salimos de un armario lleno de polvo para respirar el aire limpio de la libertad sin ira, como cantaba Jarcha. Yo quisiera contaros cómo por fin conseguimos entre todos respirar un aire fresco y limpio que nos hizo emocionarnos, y llorar, y salir a la calle para gritar que habíamos superado las separaciones y los odios para andar todos en una misma dirección, con el mismo o distinto lenguaje, pero el mismo significado. Y quisiera volver a aquél momento en el que, por fin, se abrieron las urnas para que muchas personas desempolvaran las ideas y les sacaran brillo después de tantos años, quisiera decir que las ideas siguen brillando, pero no sería totalmente cierto, porque las ideas, las creencias, los ideales y los valores han perdido la inocencia y vagan perdidas por algún limbo que ya nos es desconocido.Hemos perdido la brújula y nos dirigimos sin remedio a la desesperanza más absoluta, ese norte que nos guiaba necesita reencontrar su camino, reconstruir sus naves y embarcarse en un viaje desde el inicio.Porque este Pueblo, el Soberano, el que llora, sufre, agoniza y muere, es tan fuerte que asusta, capaz de la más absoluta de las grandezas, de llorar, reir y volver a levantarse para empezar de cero. Y mi esperanza reside en volver a ver imágenes del pasado, de cómo ha luchado y lucha este Pueblo por sus derechos, y los de sus hijos, y los de sus nietos...para darme cuenta de que la historia se repetírá si es necesario, aunque tengamos que levantarnos una y mil veces. En estas fechas, mientras nos hemos olvidado de lo que significa esta celebración, un 6 de diciembre cualquiera, me pregunto si realmente nos damos cuenta de la importancia de las palabras que se imprimieron en 1978, de que se hizo con la sangre y el sudor de muchas personas anónimas de las que tampoco nos acordamos. Pero luego me invade la esperanza y simplemente creo, porque esta tierra nuestra simplemente lo merece. Y respiro.