Documental que aborda el complicado rodaje de El arca rusa (Russkiy kovcheg, Aleksandr Sokúrov, 2002), coproducción entre Rusia, Alemania, Dinamarca y Finlandia (eran otros tiempos), hito cinematográfico del siglo XXI: dos mil actores y figurantes, localizaciones en treinta y tres estancias diferentes del museo Hermitage, participación de tres orquestas tocando en directo, una única escena. El hilo conductor, un aristócrata francés del siglo XIX, el marqués de Coustine, que se pasea por el museo Hermitage de San Petersburgo en lo que también es un viaje en el tiempo que le lleva a coincidir con personajes de tres siglos de la historia rusa. 96 minutos rodados en un solo plano con una cámara digital de alta definición que despertaron aplausos y alabanzas prácticamente unánimes ante la superación del desafío técnico y creativo que implicaba una propuesta tan radical. El documental repasa el proceso de producción y rodaje de esta película monumental con la que Sokúrov también se planteaba cuál es el papel de Rusia y de su cultura en Europa, sin duda una cuestión de plena vigencia.