El blog Entre 3 fogones nació como fruto de un encuentro durante la formación como maestras entre Inma y Sandra, quienes compartían el amor por la cocina y por su profesión. De ahí que no extrañe que su lema sea “la cocina siempre con matices y al alcance de los peques”.
Inma ha contestado a nuestra Entrevista Cocinista, demostrando su pasión por los aromas y sabores.¿En qué película se infiltraría para probar sus recetas? ¿Qué ingrediente le ha sorprendido últimamente? Descubridlo a continuación.
¿Qué no puede faltar en tu cocina?
Si nos referimos a ingredientes, el AOVE. Es el punto de arranque de un gran número de recetas de la comida del día a día. Si hablamos de ingredientes intangibles, no concibo cocinar sin amor.
¿Dulce o salado? ¿Por qué?
Salado, pero por favor, no me gustaría renunciar al bocado dulce de la sobremesa con mi té verde caliente. El dulce también me queda bien, pero no tengo arte en la alta repostería. Tengo todo por aprender en decoración de postres. La manga pastelera es mi asignatura pendiente.
¿Cuál es la edad ideal para empezar a cocinar?
Pues creo que es como aprender un idioma, cuanto antes mejor. Mi chiquitín con dos añitos ya hacía albóndigas. Eso sí, acabábamos todos enharinados, pero si no les damos alas, nunca aprenderán a volar.
¿Qué prepararías ante una visita inesperada?
Siempre tengo cositas preparadas. Somos una familia numerosa, así que no puedo dejar lagunas para la cena o para la comida principal. Y sin duda, una rica ensalada o ensaladilla y una buena tortilla de patatas siempre triunfan.
¿Cuál es tu “receta comodín”?
Mi salsa de tomate casera, desde que la he descubierto ( y mejorado), mis guisos, pizzas, arroces, tajines…han cobrado otra dimensión.
¿Cuál es el ingrediente que más te ha impresionado?
No sé si impresionado, pero sí ha sido un gran descubrimiento: las viandas; en concreto la batata y la yuca. Me tienen encantada, tanto para acompañar a mis guisos de cuchara, como en las cremas de verdura.
¿Una canción para cocinar?
Me encanta Mike Olfield, pero la verdad es que me hago mis mezclas y disfruto con que vaya cambiando el estilo. Me gusta el cambio de melodía, sin llegar a lo estridente.
¿Qué estación del año ofrece para ti los mejores productos?
Si hablamos de fruta, sin duda, el verano. Es una maravilla ir al mercado temprano y ver los puestos llenos de colores y aromas.
¿En qué película o serie te infiltrarías para probar un plato?
En “Deliciosa Martha”. Su historia es como la vida misma, llena de contrastes y situaciones en las que la vida muerde y se ve cómo con su capacidad de resiliencia consigue que se vuelva a poner de pie. Al mismo tiempo sabe valorar y recibir todo lo bueno que esa misma vida le brinda. Todo ello lo transmite en sus platos y presentaciones. Me encantaría probar un pedacito de su visión y sentir de la vida.
¿Con quién te gustaría compartir mesa?
Con mi familia siempre, y si pudiera tener algún día la oportunidad, con todas las personas que he conocido y me apoyan cada día en esta aventura; me sentiría eternamente agradecida.
¿A qué país viajarías para probar su gastronomía?
Irlanda. Es una fijación lo que tengo con este país. Tengo que ir algún día, tengo que ir…
Mójate… Recomienda un blog y una cuenta de Twitter.
¡Qué difícil! He conseguido, a pesar de la distancia, crear amistades maravillosas con otros bloggers, que me han ayudado mucho en este camino, y que aprovecho esta oportunidad para, de nuevo, darles las gracias. Sin ellos, el camino no hubiera sido igual, pero si tengo que elegir uno, pues elijo a Los Dulces de Ligia. Ligia es una gran amiga, cuyo blog demuestra lo grande que ella es como persona y como mujer. Enamorada me tiene de sus Bundt Cakes, y es que sus manos convierten en mágico todo lo que tocan. En Twitter me encuentro cada día con Silvia, autora del blog Chup-Chup-Chup. Una mujer con una creatividad que es puro contraste y que siempre me sorprende. Además, su encanto y amabilidad han conseguido que nos hayamos hecho buenas amigas y participemos en algunos retos juntas.
¿Un restaurante que nunca olvidarás? ¿Por qué?
No recuerdo el nombre del restaurante, pero estaba situado en un pueblo abierto al mar: Gujan-Mestras, junto al lago de Arcachon, en uno de mis viajes a Francia durante el verano. Es un pequeño pueblo costero, y el restaurante se localizaba justo al fondo del lago, en pleno Atlántico. Su especialidad eran unas cazuelas de mejillones que desprendían un aroma único y unas maravillosas crêpes de postre. El ambiente me envolvió y tengo grabada la imagen de ese paisaje, rodeada de mi familia. Inolvidable.