Revista Coaching

Encontrar gente creativa es fácil

Por Andresubierna

Ken RobinsonEn lugar de buscar la creatividad, podemos fomentarla en las personas con las que ya estamos trabajando y redefinir qué es ser creativo.

Hace poco pedimos lo siguiente, en una reunión con 40 ejecutivos:  “levanten la mano aquellos que se consideran creativos”. Este era un grupo selecto integrado por aquellos que la empresa consideraba el futuro de la organización. Sólo hubo 3 manos levantadas.

La teoría oficial parece indicar que contratar gente creativa aporta a la innovación, a la renovación del pensamiento, y a la revitalización organizacional. Un estudio realizado recientemente por IBM demuestra que los CEOs creen que la “creatividad” es la clave para el éxito de sus empresas en los años por venir, — más importante aún que “el rigor en la ejecución, la disciplina gerencial, la integridad o incluso la visión”. Si esto es así ¿por qué no hubo más ejecutivos levantando sus manos?

Una de las razones por la que resulta difícil reclamar la efectividad como rasgo personal es la imagen que tenemos del genio creativo: una figura solitaria, alguien que nació para crear y que es conducido por una compulsión inexplicable para hacer arte. Si bien estos “genios” nos inspiran, no son precisamente los que están buscando las empresas. Además está el argumento contrario al de la teoría del genio creativo, argumento que propone Ken Robinson diciendo que todos nacemos creativos y que el sistema educativo termina erosionando esta creatividad con pasar unos pocos años en la escuela.

Esta segunda teoría tiene un poco más de peso para aquellos de nosotros que no nos consideramos artistas torturados y que tenemos cuentas que pagar. Aún así, muchos de nosotros no necesitamos que se nos vuelva a enseñar a ser creativos, sino tan solo que se nos brinde apoyo en forma creativa. La creatividad en el lugar de trabajo requiere contexto. La creatividad en el trabajo no es un rasgo de la personalidad, sino que surge de un ecosistema.

Los pensadores creativos no son “productos raros” como tendemos a pensar. Si estás gerenciando un negocio y quieres innovación, flexibilidad, y poder creativo para resolver conflictos, no tienes necesariamente que contratar personas creativas. Probablemente ya las tienes dentro de la empresa. Defino a una “persona creativa” como alguien con la capacidad de identificar y comprender en profundidad ciertos problemas, y luego resolver dichos problmas mediante la ruptura de las convenciones del status quo. Atendiendo esta definición, seamos o no artistas torturados, es probable que todos nosotros podamos encontrar un montón de personas a las que consideremos creativas.

En general, los mejores maestros son los que no siguen “el manual”. Los mismo ocurre con los grandes médicos, empresarios, carteros, e incluso asesores impositivos. Todos ellos están en condiciones de conocer muy bien cierto problema y, cuando se les otorga la posibilidad de moverse libremente con un margen de maniobra amplio, logran encontrar una solución exitosa. … [Esto funciona hasta para una recepcionista]. El hecho de que estas funciones puedan ser pasadas por alto en lo que a la creatividad se refiere, se debe en parte a que etiquetamos algunas áreas como “creativas” (por ej. publicidad, diseño…) y otras no. Este es un síntoma de un problema mayor, y una idea peligrosa cuando se piensa en la creatividad para impulsar el mundo de los negocios.

Entonces… ¿qué puedes hacer? En primer lugar detecta las personas inteligentes y originales que quieran hacer las cosas un poco diferentes, y luego pon en su manos las herramientas y fija las reglas que necesitan para hacer precisamente eso. Aquí van algunas pistas para detectar a la gente creativa que ya está trabajando contigo:

  • La personas creativas son empáticas.
  • Las personas creativas piden ayuda y ofrecen colaboración.
  • Las personas creativas hacen preguntas y cuestionan el status quo.
  • Las personas creativas pueden estar escondidas ya que no necesariamente son las de más alto desempeño y dependiendo de la cultura, pueden sentirse subestimados.

Decimos que queremos que estas personas creativas desafíen el status quo e impulsen la innovación, pero esto requiere un cambio de comportamiento incompatible con la mayoría de las culturas empresarias, como por ejemplo:

  • romper las reglas de vez en cuando,
  • no pedir permiso para avanzar,
  • y no pasarse el día haciendo reportes con números.

En muchas culturas corporativas estos comportamientos son considerados como de alto riesgo. Entonces, si ya tienes identificados a los creativos de tu equipo, cabe una pregunta… ¿como los incentivas a que expresen su creatividad en el trabajo?

  • Redefinir el éxito y su recompensa.
  • Adecuar el espacio físico para que facilite la “polinización cruzada” de ideas.
  • Fomentar ideas locas e ideas que busquen atender necesidades humanas. Por ejemplo: no preguntes “¿Qué tamaño tiene el mercado?” antes de preguntar “¿Qué necesidad estamos atendiendo con esta idea?”.
  • Permitir que las ideas sean presentadas antes de evaluarlas o “cocinarlas”.
  • Crear momentos para que los integrantes del equipo se conozcan unos a otros como seres humanos.
  • Apoyar actividades de investigación cualitativa con clientes o clientes de sus clientes, o con otros empleados.

Para aquellos lectores que se consideren creativos encubiertos en sus lugares de trabajo, por favor, háganse conocer. Tomen algunos riesgos, exploren ideas que les atraigan, y sigan haciendo preguntas y cuestionando. Y si alguien, alguna vez les pide que levanten la mano si se consideran creativos: ¡Háganlo con orgullo!

Traducción libre, infiel y a las apuradas realizada por Andrés Ubierna del artículo de Kate Canales publicado en The Atlantic.

Aquí podrás leer su versión en inglés.

 


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