Rocío Nuñez (@potablava13)
Nuestro mundo cada vez se nos hace menos habitable. Día tras día las noticias nos azotan y la realidad nos consume en la pobreza, también en la moral. Nos cuesta aceptar nuestro reflejo en el espejo y los dramas de los otros cada vez se parecen más a los nuestros. Quizá solo sea que hemos convertido nuestra sociedad en un lugar para nadie a base de avaricia y egoísmo.
'Un lugar para nadie'
Autor: Álex Chico
Editorial: Luna de poniente (Poesía)
El poeta Álex Chico (Plasencia, 1980) publicó hace unos meses su último poemario, titulado 'Un lugar para nadie'. A lo largo de las cinco partes del libro, Chico realiza un ejercicio muy complicado, aunque aparentemente sencillo: se para a observar lo que le rodea. Así rompe la realidad para mostrárnosla con sus versos y convierte lo rutinario en algo excepcional. Sirva de ejemplo el poema La parada del autobús, donde el poeta nos habla de la espera del autobús que lleva al niño al colegio y al adulto a su infancia. Y es que 'Un lugar para nadie' nos muestra que la vida es un continuo círculo, como ya predijo Borges en 'Las Ruinas Circulares'.
Como decíamos, el libro es un continuo retorno. El agua y la sequía son dos elementos básicos, sobre todo durante la primera parte. El primero representa la vida; el segundo, el abandono. Así, la soledad, o mejor dicho, el miedo a la soledad, está muy presente en los poemas de Chico, como también la reivindicación de las pequeñas cosas, donde, al final, acabamos encontrando la felicidad, si es que existe, o, al menos, una forma de escapar.
Llama la atención la cantidad de referencias que nos encontramos conforme vamos pasando las páginas. En la Nota del Autor el poeta nos enumera a algunos de los autores que van apareciendo en el libro, como David Rosenmann-Taub, Eduardo Moga, Juan Vico o Georges Perec entre otros. Pero aunque no les cite, la sombra de Julio Cortázar y Jorge Luis Borges es alargada y alguna huella de estos dos maestros de la literatura hispanoamericana podemos encontrar entre los versos de Chico, como ocurre en el poema 'Sant Angelo'.
Pero si algo llama la atención de la poesía de Álex Chico son los finales, los cuales tienen la potencia suficiente como para dejarte sin respiración y obligarte a releer los poemas con más atención si cabe. Después, toca reflexionar. A estos puñetazos finales Quim Monzó les llama capoeiras en honor al arte marcial, pues tienen el mismo fin. Chico emplea este recurso sin hacerse pesado. Utiliza la dosis exacta para seguir sorprendiendo al lector poema tras poema.
'Un lugar para nadie', pues, es un lugar de encuentro entre lo que somos y lo que fuimos, también con lo que nos rodea. Una observación desde fuera, desde los márgenes, que nos empuja hacia el centro. Por eso a veces duele, porque nos reconocemos. Los poemas son juegos de espejos que se van superponiendo con el fin de reconstruirnos para poder reconocernos; un impulso desde el pasado para poder seguir caminando. 'Un lugar para nadie' es, en definitiva, nuestra esencia, donde solo cabe uno mismo.