Es de tal tamaño que varios equipos de politólogos se han desplazado al lugar para intentar devolverla al mar
La mentira ha dejado un rastro de mierda que puede tardar años en desaparecer
R.T./ Una mentira electoral del tamaño de tres campos de fútbol ha sido hallada a primera hora de esta mañana en la playa de Barra (Cangas do Morrazo, Pontevedra) por unos chavales que traficaban con hachís. Los muchachos han llamado en seguida al servicio de emergencias, desde el cual se ha dado el aviso a la Guardia Civil, a Protección Civil y a las sedes de los principales partidos políticos, por si alguno la echaba de menos.
“La mentira aún respiraba cuando hemos llegado”, cuenta el sargento de la benemérita Paco Leto. “Es cierto que cada vez tienen un ciclo de vida más corto, pero dado el tamaño del ejemplar creemos que aún puede durar unos meses si recibe el tratamiento adecuado”. De este modo, y ante la inasistencia de los partidos previamente avisados, Leto ha llamado a dos retenes de politólogos que en estos momentos intentan devolver la mentira al mar.
Inquiridos (usea, preguntados) sobre el origen de la mentira y sobre su color político, los politólogos se han encogido de hombros. “Tiene un color marronáceo sucio producto de un uso indebido que podría venir tanto del azul como del rojo como del verde”, ha dicho su portavoz, sin mojarse pese a estar junto al mar. “Respecto del origen geográfico, tampoco puedo decirle mucho. Está en estado de shock y apenas se le entiende nada. Así que no sabemos si viene de Madrid, donde sueltan las mentiras más gordas porque son de ámbito estatal, de alguna aldea del interior de Galicia o incluso del País Vasco”. El mismo tipo ha señalado que la primera impresión fue que la mentira provenía de Euskadi y la habían traído hasta aquí las mareas. “Pero hablar raro no es sinónimo de ser vasco”, concluye: “Ahí tenían ustedes a Manuel Fraga, que no se le entendía nada y tenía poco de euskera”.