Hace casi dos meses un grupo de amigas y conocidas nos reunimos para cenar en Lo Nuestro, un reciente restaurante (o Taberna Gastronómica como reza su nombre en redes sociales @lonuestro_tabernagastronomica) en el centro de Oviedo regentado por una familia de larga tradición hostelera a cargo de El Tizón, un restaurante más que conocido en la zona.
Ellos fueron los anfitriones de un nuevo encuentro Coblogging. Si os estáis preguntando qué son estos encuentros, la respuesta es probablemente la más sencilla.
Coblogging parte de la necesidad de conocer y poner cara a muchas de las personas que están desarrollando proyectos, contando historias o desarrollando empresas digitales a través de redes sociales o blogs de Asturias. Parte de la importancia de unir fuerzas, crear sinergias y establecer un coworking asociado al mundo 2.0. De crear comunidad.
Y parte, sin duda, del absurdo de que hasta la fecha, muchas nos conociésemos únicamente a través de plataformas como Instagram y que en algunos casos, ni siquiera nos pusiésemos cara. Como respuesta a esta necesidad, nacen estos encuentros informales donde además de pasarlo bien, siempre aprendemos algo. Falta gente, y mucha, lo sé. Algún día lograremos dar cabida a todas (y todos, que los habrá), estoy segura.
En nuestro último encuentro, Carmen Ordíz de G de Gastronomía nos enseñó un poquito más sobre los vinos. Yo descubrí que tengo peor olfato de lo que pensaba. Directamente, que no tengo olfato. Pero nunca diré no a una fantástica cena-maridaje.
Os dejo con algunas de las fotos que sacó Mercedes Blanco en el encuentro. Tuve la suerte de diseñar la decoración con el apoyo floral de Flores El Invernadero y creo que el resultado fue fantástico.
Espero que os guste.
El menú de la cena fue increíble. Os recomiendo encarecidamente este restaurante.Y ahora os presento a mis compañeras.
Gracias a todas por venir.
Ya era hora de que nos uniésemos. Y que supiésemos que detrás de cada perfil, hay una persona que no conocemos. Abogadas, profesoras de matemáticas, fisioterapeutas, filólogas, economistas, farmacéuticas,…y hasta “turistólogas y aprendizas”como dice Leticia Blanco. Creemos conocer a la persona y no sabemos nada. Es lo mejor de estos encuentros casi familiares, poder llegar a descubrir cosas que nos hacen olvidar mil prejuicios. Pero lo dicho, además de disfrutar, de conocernos y de aprender, comimos. Y cómo comimos. Podéis ver más en el post que hizo en su blog Carmen, G de Gastronomía.Pat