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Enfermedad cardiovascular

Publicado el 03 diciembre 2011 por Herbielatino @herbielatino

La enfermedad cardiovascular es una entidad compleja con varias causas, aunque principalmente se debe a problemas asociados con el colesterol elevado y con la hipertensión arterial.

Por ello se aplica lo dicho y recomendado para estas dos afecciones, principalmente en lo que concierne a la utilización de plantas medicinales. A modo de guía resumo aquí las principales recomendaciones para cada una de ellas.

Plantas medicinales y colesterol

El colesterol y especialmente sus elevados niveles en sangre, son un tema del metabolismo, pero la consecuencia de su existencia es principalmente un problema circulatorio, ya que una de las alteraciones más importantes es la degeneración de las paredes arteriales con la formación de placas. Para ello es necesaria la presencia de cantidades elevadas de alguno de los tipos de colesterol.

La mayoría de los tipos de fibra de las plantas han demostrado bajar el colesterol. La fibra está presente en la mayoría de frutas y verduras. Los betaglucanos son un tipo de fibra soluble que aparentemente son los responsables de esta actividad. La cebada (Hordeum vulgare), los porotos (Phaseolus vulgaris) y el salvado de avena (Avena sativa) contienen cantidades importantes.

La pectina es otra fibra soluble capaz de bajar los niveles de colesterol en sangre. La zanahoria (Daucus carota), la manzana (Malus domestica) y la parte blanca de la cáscara de los citrus (Citrus spp) la contienen en buena cantidad. El pomelo o toronja (Citrus paradisa) también la contiene. Las frutas se deben comer como tales o licuadas con la fibra. El jugo contiene muy poca fibra.

En el caso de la manzana, el efecto combinado de la pectina y de los polifenoles aumenta el metabolismo de los lípidos y reduce la producción de moléculas proinflamatorias (que intervienen en la formación de las placas). El consumo continuado de manzanas ha logrado disminuir en forma interesante los niveles de colesterol malo (LDL) y aumentar en algo los niveles de colesterol bueno (HDL). El vinagre de manzana logra efectos similares,
aunque menores.

Las plantas que contienen mucílago, las algas (varias especies), las semillas de lino (Linum usitatissimum), las raíces de malva (Malva sylvestris), el membrillo (Cydonia oblonga), los líquenes, ciertos hongos y muchos otros vegetales. El mucílago tiene la propiedad de hacer descender el colesterol en sangre.

El ajo (Allium sativum) y la cebolla (Allium cepa) han demostrado bajar el colesterol alrededor de un 10%, en personas que consumen un diente de ajo o media cebolla al día. Este efecto estaría asociado con una interferencia en la síntesis del colesterol por parte de las células, debido a la actividad de compuestos azufrados existentes en el ajo o producidos a partir de ellos.

El apio (Apium graveolens) ha demostrado bajar el colesterol en animales de laboratorio. Aún no se ha determinado que principios activos son los responsables de este efecto, aunque se reconoce que su contenido en fibra puede tener incidencia. No he encontrado resultados concluyentes en estudios con seres humanos.

Los arándanos (Vaccinium myrtillus), por su capacidad antioxidante, son capaces de prevenir las lesiones arteriales que, entre otros factores, requiere la oxidación de las moléculas de colesterol LDL. Los polifenoles
presentes en la piel de los frutos también son importantes, aparentemente por su capacidad de reducir el colesterol en el organismo.

La cúrcuma (Curcuma longa) interfiere con la producción de enzimas que inducen la producción de prostaglandinas relacionadas con la inflamación y ayuda a la metabolización de grasas y a reducir los niveles de colesterol.

Los fitosteroles actúan disminuyendo los niveles de colesterol en sangre mediante una acción directa, al combinarse con el y quitarlo como colesterol disponible. Las semillas de sésamo (Sesamum indicum) los contienen en cantidades apreciables, además la lechuga (Lactuca sativa), las semillas de girasol (Helianthus annuus), los espárragos (Asparagus acutifolius), el coliflor (Brassica oleracea var bothr.), los higos (Ficus carica), la soja (Glycine max) y varios vegetales más.

Se puede mencionar también al lentinano, un betaglucano del hongo shiitake (Lentinus edodes) que además de muchas otras propiedades ha demostrado disminuir el colesterol en sangre en seres humanos.

El té negro (Camellia sinensis) a través de sus polifenoles interfiere con la recuperación linfática de colesterol, disminuyendo su reabsorción. Una disminución en la solubilidad de la sustancia sería uno de los mecanismos
más importantes.

El arroz rojo fermentado o arroz de levadura roja se ha venido utilizando para reducir el colesterol. Sus efectos son variables, probablemente por la falta de estandarización en los procesos de elaboración.

Plantas medicinales e hipertensión

La acción hipotensora de las plantas se logra por varios mecanismos, las hay simplemente diuréticas, otras mediante el óxido nítrico, otras son vasodilatadoras, otras interfieren con la contracción cardíaca a través de
los canales de calcio y otras mediante interferencia con la actividad de enzimas y hormonas específicas.

Ajo (Allium sativum). Los compuestos azufrados, presentes en buena proporción en el ajo añejado y en menor medida en el ajo sin procesar, contribuyen al descenso de la presión sanguínea. El descenso logrado con el
consumo de ajo tiene que ver con la activación del óxido nítrico, compuesto que interviene en los mecanismos de vasorelajación.

Apio (Apium graveolens). La apigenina y otros compuestos presentes en el apio, dilatan los vasos sanguíneos mediante una relajación de su musculatura lisa, logrando con ello un descenso en la presión sanguínea.

Arándanos (Vaccinium myrtillus). Tiene compuestos que inhiben una enzima reguladora de la angiotensina, hormona formada a partir de un compuesto presente en el plasma sanguíneo y que produce una elevación de la presión sanguínea.

Azafrán (Crocus sativus). La crocetina, un carotenoide presente en este condimento ha demostrado tener potente actividad antioxidante y antiinflamatoria. Asimismo posee una actividad de mejora en las afecciones
relacionadas con la insulinoresistencia, que explica la aparición de problemas como el colesterol elevado y la hipertensión.

Crategus, Espino albar (Crataegus oxyacantha). Los extractos de semillas y en menor medida de flores y hojas, reducen las presiones sistólica y diastólica. Esta planta tiene una reconocida acción reguladora de la actividad cardíaca, que trataré en otra página.

Olivo (Olea europaea). El extracto de hojas de olivo promueve el descenso de la presión arterial mediande un antagonismo de los canales de calcio, que intervienen en la contracción del músculo cardíaco. Asimismo ha demostrado descender los niveles de colesterol.

Quiebra piedra (Phyllanthus niruri). Posee varios principios activos que interfieren con la acción de la endotelina, sustancia producida por la pared vascular, que está involucrada en el aumento de la presión sanguínea.

Soja (Glycine max). Se ha demostrado que la soyasaponina I, presente en esta planta inhibe a la renina, una enzima producida por el riñón, responsable de una elevación de la presión a largo plazo y probablemente inhibidora de otro mecanismo enzimático, la convertidora de angiotensina.

Stevia (Stevia rebaudiana). Extractos acuosos de las hojas de esta planta con reconocida acción endulzante, tienen un efecto hipotensor en cuadros de hipertensión moderada. Al parecer sus compuestos químicos intefieren con el ingreso de calcio a las células del músculo liso arterial, disminuyendo su contracción.

Tomate (Lycopersicon esculentum). Los antioxidantes del tomate, entre ellos el licopeno, el betacaroteno y la vitamina E, han logrado reducir la presión sanguínea en personas con hipertensión moderada, por lo menos en
algunos trabajos citados. Otros trabajos no han encontrado respuesta positiva.

Valeriana (Valeriana officinalis). Los extractos de esta planta han demostrado lograr un descenso en la presión sanguínea, a través de una estimulación de los canales del potasio en la contracción del músculo mecanismo que puede intervenir en la regulación favorable de la presión cardíaco. Su efecto tranquilizante sobre el sistema nervioso es otro mecanismo que puede intervenir en la regulación de la presión sanguínea.

Vid (Vitis vinifera). El extracto de semillas de uva contiene polifenoles que hacer bajar la presión sanguínea, en algunos casos, probablemente debido a su actividad antioxidante.

Yerba mate (Ilex paraguariensis). Nuestra querida bebida folklórica, gracias a nuestros hermanos paraguayos y brasileños, que cultivan esta planta, tiene entre sus efectos, la propiedad de bajar la presión sanguínea, mediante una estimulación de la síntesis del óxido nítrico.

Varios fenoles presentes en las plantas (cáscara de citrus, partes aéreas del orégano, del romero y hojas de la salvia, semillas del sésamo, etc.) tienen propiedades hipotensoras.


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