Las organizaciones de la Alianza Europea para la Salud Renal (EKHA) y el Día Mundial del Riñón han hecho una llamada urgente a la Unión Europea para frenar el incremento de la carga asociada a la enfermedad renal crónica y las enfermedades relacionadas, en el sistema sanitario y la sociedad.
Los miembros del grupo del Parlamento Europeo (PE) para la salud renal se reunieron con expertos europeos en nefrología en un seminario en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, que se llevó a cabo con motivo del Día Mundial del Riñón, una campaña global de concienciación que se celebra anualmente y que este año se celebra el 10 de marzo de 2011.
La diputada del Parlamento Europeo, Frieda Brepoels, ha declarado “Lamentablemente, el hecho que todavía nos encontremos a tantas personas en diálisis, o en lista de espera para recibir un órgano, demuestra hasta cierto punto un fracaso inherente de nuestro sistema de salud pública”.
La enfermedad cardiovascular prematura es la mayor causa de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. En pacientes con fallo renal crónico, la enfermedad cardiovascular también puede estar causada por una alteración grave del metabolismo mineral y óseo, que produce la liberación de calcio desde el hueso y la deposición en los vasos sanguíneos. A su vez esto puede conducir a un incremento del riesgo de infarto de miocardio e ictus. La mayoría de los 324.000 pacientes con fallo renal crónico en diálisis en Europa sufre una alteración del metabolismo mineral y óseo en algún grado.
Además del envejecimiento de la población, las tendencias actuales en el estilo de vida europeo aumentan en gran medida el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, incluyendo el fallo renal crónico, por lo que es necesario llevar a cabo de forma inminente acciones para revertir los riesgos si se quiere conseguir los objetivos establecidos en la estrategia de Europa para 2020, incluyendo el objetivo de conseguir que el 75 % de la población en edad laboral esté trabajando y sea productivo. El tabaco, el alto consumo de alcohol, la malnutrición, la obesidad y el sedentarismo también contribuyen a incrementar la prevalencia de fallo renal crónico y de las enfermedades relacionadas.