Hoy os quiero hablar de las enfermeras que no quieren enseñar a los alumnos de prácticas y a partir de aquí crear un poco de debate. Hoy ha sido mi primer día de prácticas (las sextas de la carrera) y en el ámbito de atención primaria.
Aunque el primer día ha ido muy bien (os contaré en otro post) yo iba con miedo. Miedo de tener problemas con la enfermera de prácticas, ya que es un hecho muy frecuente, que me ha pasado a mi y a la mayoría de mis compañeros.
Hay muchas enfermeras que no quieren enseñar a los alumnos de prácticas y eso es un gran problema, porque o nos enseñan mal o aún peor, nos tratan mal y eso repercute directamente en nuestra ilusión y motivación y sobretodo en nuestro aprendizaje.
Para poneros en situación, os contaré alguna experiencia mía y alguna que me han contado mis compañeros, y estoy segura que si todos vosotros comentarais alguna mala experiencia de este tipo, haríamos un post interminable.
Mi primera mala experiencia fue en las primeras prácticas (buena manera de empezar). Por suerte, yo ya tenía experiencia en el ámbito sanitario trabajando de auxiliar y ya sabía a lo que me atenía. No obstante, tener este tipo de problemas nos afectan a todos, tengamos experiencia o no.
Como os decía, en mis primeras prácticas en geriatría, tuve una mala experiencia con mi enfermera. Era joven, me sacaba pocos años de edad y eso hizo que en seguida nos cogiéramos mucha confianza. Como dice la expresión “la confianza da asco” eso fue lo que pasó.
Ella se pasaba el turno sentada en el office y yo hacía todo el trabajo sola hasta que un día me encontré mal y le pedí por favor si me podía ir antes o al menos si podía parar a descansar y se lo dije con toda la confianza que creía que teníamos. Ella se enfadó y me dijo que había bajado el rendimiento, que no mostraba interés. Me quedé a cuadros porque yo no lo veía así para nada. Los pacientes me adoraban y yo hacía mucho más de lo que se le podía exigir a un alumno de primero, mientras ella estaba sentada. Por ello, ese comentario me sentó muy mal porque lo creí totalmente injusto y desmerecido.
Os tengo que decir que yo soy una persona bastante sensible y este comentario me hizo llorar porque me cayó del cielo y no me lo esperaba para nada. Me fui a la salita y me vio alguna auxiliar y en consecuencia, la noticia voló por todo el centro. La enfermera, lógicamente se enfadó conmigo y nos quedaba una semana de estar juntos. La semana se hizo muy larga, a penas nos hablabamos, pero por mi orgullo decidí hacer el trabajo lo mejor que podía, mucho más de lo que hacía y el resultado fue que el último día me felicitó y me dijo que fui una de sus mejores alumnas.
Otro problema que tuve yo fue en las prácticas de quirófano. Eran mis terceras prácticas, había puesto pocas vías, ya que previamente había estado en geriatría y cuidados paliativos, además que las vías eran diferentes a las pocas que había utilizado antes y se me hacía más difícil. Mi enfermera era muy exigente y cuando me retrasaba al poner una me regañaba y yo me ponía nerviosa y la fallaba, con lo consecuente ella me regañaba más. Me regañaba casi todos los días, me iba llorando a casa día si y día también hasta que un día dije basta.
Aproveché un día que mi enfermera hacía de circular y la otra estaba instrumentando una intervención sencilla, para sentarme con mi enfermera y pedirle por favor que me enseñara a pinchar tranquilamente. Y así fue. La enfermera me enseñó una y otra vez, me dio varías vías para que practicara en casa y me pasé toda una tarde practicando en casa y os juró que al día siguiente no fallé ni una. Eso me motivó y me hizo dar lo mejor de mi, con lo cual la enfermera estaba muy contenta y poco a poco se fue calmando. Al final conseguimos tener muy buen rollo, me iba a casa contenta en vez de llorando y el último día también me dijo que había sido de las mejores alumnas, que los primeros días iba bastante perdida pero que gané un montón con el tiempo.
Otra mala experiencia fue en cuidados paliativos, estaba muy bien con mi enfermera, no tenía ninguna queja pero un día que hacía fiesta me tocó con la suplente, una señora muy seria y que pasaba de mi. No me dejaba hacer nada, ni poner medicación, cosa que llevaba haciendo unas tres semanas cuando di con ella. Al final, aburrida le pedí permiso para pasarla y me dijo: ¿Acaso sabes como actúa la Furosemida? Hasta que no lo sepas no te dejaré pasar medicación. Por suerte estuve con ella solo un día, pero un día en el que no hice nada.
La última mala experiencia fue el curso pasado, en atención primaria. Mi enfermera pasaba de mi, no tenía ganas de enseñar y aunque me dejaba hacer todas las técnicas, ella llevaba toda la consulta, sin dejarme hablar a mi, cosa que me frustró mucho porque yo lo que quería era aprender a relacionarme con el paciente en consulta y no fue posible.
Mis malas experiencias han sido básicamente estas, pero lo hemos hablado muchas veces con compañeros y podría contaros por encima algunas mas:
- A una compañera le llamaron pringada por no saber algo del CLK.
- A otra, tenía una enfermera que la iba regañando (con mala leche) delante de todos los pacientes.
- Otras muchas no dejaban hacer nada a los alumnos.
- Otra escuchó como su enfermera la criticaba con las demás compañeras.
- A una chica le dijo que no servía de enfermera, que se dedicara a otra cosa (os podéis imaginar que disgusto)
- A otra le trataban como un fantasma, sin dirigirla la palabra.
Y un largo etcétera del que soy incapaz de acordarme de todo.
Con todo eso, quiero llegar a la conclusión que la enfermería es una profesión de docencia. Es más, es una de las funciones básicas establecidas en la enfermería. Entiendo que es pesado tener a un alumno de prácticas, pero hay que entender que está aprendiendo, igual que aprendieron todas las enfermeras cuando empezaron y tener paciencia. Explicarles todo lo que se pueda y si no se sabe explicar, enseñar, dejar hacer. Los alumnos cuando aprendemos más es cuando hacemos, así que no nos limitéis a solo mirar. Miraremos dos, tres veces, las que sean necesarias pero queremos manejar las cosas, para que al día de mañana cuando trabajemos nos sea más fácil.
Y si con todo esto, como enfermera te sientes incapaz de enseñar a un alumno, habla con tu superior y dile que no quieres tener alumnos y nos haréis un favor muy grande. Por ejemplo, en la UCI donde trabajaba la supervisora preguntaba a las enfermeras quién quería tener alumnos y quien no, y no pasaba nada por decir que no.
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Me encantaría que comentéis vuestras malas experiencias en los comentarios.