Revista Cultura y Ocio

Enfrentamientos seguros en inexistentes cafés.

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Enfrentamientos seguros en inexistentes cafés.
     Y se levanta de una silla en mitad de un café literario un hombre y declama a la multitud:
   “Ërase un hombre a una nariz pegado,érase una nariz superlativa,érase una nariz sayón y escriba,érase un peje espada muy barbado.(Quevedo)
   Se hace el silencio mientras los concurrentes se miran unos a otros, se atisban sus narices intentando adivinar quien es el destinatario de esos hirientes versos, mientras se mueve una silla sin vacilar y otro hombre, ciertamente un tanto narigudo, se pone en pie diciendo:
   “Anacreonte español, no hay quien os tope.Que no diga con mucha cortesía,que ya vuestros pies son de elegía,que vuestras suavidades son de arrope.
¿No imitaréis al terenciano Lope, que al de Belerofonte cada día,sobre zuecos de cómica poesíase calza espuelas y le da un galope?”(Góngora)
   -En verdad –se dicen dos mujeres entre cuchicheos-, tiene los pies grandes ese tal Quevedo.Oyéndolo este, levanta la voz una octava más, como si con eso creciera dos palmos en supremacía contra este hombre que lo insulta, y dice:

     "Quien quiere ser Góngora en un díala jeri (aprenderá)gonza siguiente:fulgores, arrogar, joven, presientecandor, construye, métrica, armonía;poco, mucho, si, no, purpuracía,neutralidad, conculca, erige, mente,pulsa, ostenta, librar, adolescente,señas, traslada, pira, frustra, harpía." (Quevedo)     ¡Diga Dios si eso no merece una respuesta!   “Cierto poeta, en forma peregrinacuanto devota, se metió a romero,con quien pudiera bien todo barberolavar la más llagada disciplina.”(Góngora)

   El murmullo aumenta mientras todos miran de esquina en esquina al improvisado dueto….
   “Yo untaré mis obras con tocinoporque no me las muerdas, Gongorilla,perro de los ingenios de Castilla,docto en pullas, cual mozo de camino”(Quevedo)
   “Este cíclope, no siciliano,del microcosmo sí, orbe postrero;esta antípoda faz, cuyo hemisferiozona divide en término italiano”(Quevedo)
   Y sin apenas darle tiempo a terminar su frase, el señor Quevedo clamó al cielo…   “Con tus versos cansas aún a Job”
   Y así siguieron por mucho tiempo, incluso hoy discuten en las páginas de los libros que osan colocarles juntos, separados por apenas un par de párrafos, este par de poetas que jamás se encontraron declamando sus creaciones en un café. Lo que si se dedicaron fue estos versos entre otros muchos insultos,  Quevedo compró además la casa en la que residía Góngora y así lo expulsó a la calle para contarlo en un poema, hubo epitafios de mofa, nada escapaba a sus ágiles plumas y feroces lenguas. Salvo, tal vez, la sensatez. Así sucede que hoy si queremos ver la casa de Góngora tenemos que pasar por la calle de Quevedo y llegar a una esquina que explica en una placa que es la casa de Quevedo…. Góngora vivió allí casi una década antes de ser expulsado. Queda, supongo, de muestra del carácter de ambos poetas. Como lo hace este ejemplo casi jocoso que os traigo, demostrando que la poesía es una lengua viva, que no todo lo que rima trata de recuerdos y amor…. Y que el carácter español poco ha cambiado para algunas cosas.
   Hoy espero, al menos, haber sacado una sonrisa de cada uno de vosotros. Aunque me conformo con uno de cada tres. Qué decís, ¿lo he conseguido?
     Gracias

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