Hoy se cumple el bicentenario de la expresión de independencia argentina, la primera junta de Buenos Aires, antes ya otros lugares y otras personas, luego denominados libertadores, se habían alzado contra el gobierno colonial español como en México, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela y Colombia. Después vendrían los de Chile, Paraguay, El Salvador hasta la última de las indendencias, Cuba en 1898.
El camino de autodeterminación no fue fácil ni pacífico por lo que desde esta primera pretensión de independencia, cuyas causas son muchas y variadas, hasta la independencia final, en el caso de Argentina en 1863 transcurrieron un buen número de años llenos de guerra, vacío legal internacional hasta el reconocimiento.
Hoy, doscientos años despúes se reconoce el aire fresco de la Ilustración y las ideas libertarias de la Revolución francesa, y de la revolución americana, en todo ese proceso así como una buena docena de otras razones, desde las más pragmáticamente económicas hasta las sentimentales para esas secesiones. Hoy en día las relaciones entre la antigua metrópolis, España, y los países con los que se comparte parte de la cultura, el idioma y la historia son buena, en algunos casos excelentes.
Sin embargo se aprecia que, en general, el acceso a los puestos de poder, de conocimiento, de influencia de los originarios de los diferentes territorios y regiones ha sido, en estos dos últimos siglos, muy escaso. Solo últimamente líderes indígenas han llegado a puestos de poder. Los colonizadores y sus "hijos" han llenado estos dos siglos con una política que casi nunca ha estado lejos de ese "colonialismo" que buscaba más el beneficio cortoplacista y personal que el verdadero hecho de crear patria. De esa política seguida llena de servilismo a las potencias occidentales, de corrupciones vergonzantes, de muchos votos y muchas urnas pero poca democracia todavía hoy América Latina se resiente. Las dictaduras, racismo, labusos, las muertes y la falta de derechos son herederos de esa concepción de lo público y privado derivado del periodo colonial. Sin embargo y poco a poco parece desperezarde de ese papel subalterno que la historia parecía haberles dado, a toda América Latina, para ser protagonista no solo de su historia sino de la historia del mundo.
Aún hoy en muchos países de Latinoamérica, y tras doscientos años, se culpa a la colonización de muchos males de hoy, desgraciadamente no puede ser considerada sino la raíz de un mal que fue extendiéndose durante la independencia hasta el hoy y solo los más demagogos son capaces de negar dos siglos de independencia para echar la culpa al virrey de turno de la pobreza o marginación actual.
Aún así y a pesar de los múltiples riesgos que comprotan algunos líderes maximalistas e injerentes del subcontinente, le doy la enhorabuena a Argentina, y a todos los países en general, por este proceso libertario y moderno que llevó a América latina por unos años a la vanguardia política e ideológica en el mundo mientras en Europa vivían y convivían los derroteros del antigüo régimen.
Enhorabuena Argentina. Recuerdos del día de mañana.
Imagen: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Flag_of_Argentina.svg
Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte.
A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar.
Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.