Al lado del sitio del peor accidente nuclear del mundo se está construyendo la estructura móvil más grande que jamás se haya creado en tierra.El complejo de las plantas nucleares de Chernobyl domina el paisaje de este rincón del noroeste de Ucrania desde hace décadas. Pero la nueva construcción es aún más imponente.El proyecto tiene como misión construir una especie de domo gigante para cubrir el edificio que alberga el reactor que explotó el 26 de abril de 1986.La radiación en la parte superior del reactor todavía es muy intensa como para construir el domo donde se necesita (cualquiera que trabaje allí puede permanecer en el lugar por un tiempo corto).Por esta razón se ha despejado y descontaminado una zona aledaña -una tarea de por sí gigantesca-, para ensamblar la estructura antes de colocarla en su lugar.
Futuro sellado
Para cuando se termine la estructura, habrán pasado 31 años del desastre.
Lo suficientemente grande como para acomodar un par de Boeing 747 y casi tan alta como la catedral de San Pablo en Londres, esta cubierta se sostiene con un sistema de rieles.Cuando finalice la obra pesará 31.000 toneladas.El objetivo final es proteger el medio ambiente, contener la amenaza y lidiar con el material radioactivo que está dentro
Vince Novak, Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo
Durante varios días será empujada por una vía especial hasta colocarla sobre el edificio del reactor. Luego será sellada.La tarea es "de una complejidad y singularidad que nunca hemos enfrentado", según señala Vince Novak, encargado del departamento de seguridad nuclear del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo."Hasta que el proyecto no termine no estaremos seguros", dijo durante una visita de los medios al sitio."El objetivo final es proteger el medio ambiente, contener la amenaza y lidiar con el material radioactivo que está dentro".
Mezcla peligrosa
El material es una mezcla de más de 100 toneladas de uranio, una de plutonio y otros elementos altamente radioactivos mezclados que conforman una masa semejante a la lava.A esto se le suman varios miles de toneladas de arena y boro, que los servicios de emergencia lanzaron en el momento del accidente.También hay vastas cantidades de líquidos radioactivos y polvo dentro del edificio del reactor que desde hace tiempo corre el peligro de colapsar.En los meses que siguieron al accidente -cuando el reactor explotó y se quemó durante 10 días- las autoridades intentaron resolver el problema con un "sarcófago" de hormigón y acero.Pero esto fue una medida temporal y quedaron pendientes reparaciones urgentes para mantenerlo estable.Cuando ocurrió el accidente, las autoridades intentaron resolver la situación con un sarcófago de hormigón.
Uno de los gerentes que trabajaba en la planta en 1986 dice que la fragilidad del edificio es un tema preocupante."Toda esta estructura puede colapsar de repente", afirma Lenar Sagidulin. "Hay grietas y agujeros que están cada vez más grandes. Este nueva estructura es una buena idea y cumplirá la función que se propone".El sistema de confinamiento representa un serio desafío de ingeniería: está diseñado para resistir un terremoto de magnitud 6, un tornado categoría 3 y temperaturas extremas desde -43ºC hasta +45ºC.Una doble capa crea una cavidad entre las paredes internas y externas que contribuye a regular la temperatura y la humedad, y un complejo sistema de ventilación usa un sistema de presión negativa para mantener el polvo radioactivo atrapado adentro.Riesgos
El objetivo no es solo aislar al reactor dañado de los corrosivos efectos del clima, sino también crear un espacio para empezar a desmantelar sus componentes más peligrosos.Por encima de la estructura hay grúas manejadas a control remoto, diseñadas para realizar aquellas tareas muy peligrosas para los humanos.Se estima que la obra estará terminada en 2017.
Durante el ensamblaje, el riesgo de radiación ha sido minimizado por la construcción de una pared protectora al lado del edificio del reactor.Esto quiere decir que los trabajadores en el sitio de ensamblaje reciben una dosis de radiación mínima.Rob Hink, director del proyecto, dice bromeando que probablemente él recibe una dosis más alta de radiación cuando vuela hacia su casa en Kentucky, Estados Unidos.Pero reconoce que el riesgo será mayor durante la fase crucial de instalación de la nueva estructura.