Vale, hay que cocer un par de cosillas, pero es un detalle menor, por que no hace falta que estemos muy pendientes de ellas. Basta con poner las cazuelas, programar el temporizador y salir corriendo de la cocina, con él en la mano, claro... Por que si nos lo dejamos en la cocina (que soy una experta en hacerlo) no adelantamos mucho...
El resto es lavar las verduras con agua bien fresquita, que eso ahora da mucho gusto, y trocear cuatro cosillas. Así que además de rápida es muy nutritiva, ya que al no cocinar parte de los ingredientes conservamos todos sus nutrientes. Sobre todo si son productos de calidad, que esta ensalada la preparamos con las verduras de nuestro grupo de consumo ecológico y fue una delicia, con un sabor espectacular. Lástima que han tenido una plaga de topillos y no nos van a poder servir en un tiempo ¡les vamos a echar de menos! :(.
¿Ya te he convencido para que este verano te prepares un montón de veces esta ensalada campera? ¿No? Pues se me ocurren más cosas... Es un plato único, con lo que te evitas estar más tiempo en la cocina, es ideal para llevarla en la fiambrera al trabajo o cualquier excursión que tengas por que lo tienes ya todo cortadito, y no lleva salsas "peligrosas" con el calor... Y, como todas las ensaladas, la puedes adaptar a tus gustos cambiando una verdura por otra. Eso sí, la patata tiene que ser la base, si no ya nos vamos a otro tipo de ensaladas.
Nosotros, además, acompañamos esta ensalada campera con un zumo o smoothie (como se dice ahora) de nectarina y naranja súper fresquito, que os dejo también los ingredientes por si os apetece, y unas cerezas de postre. Vamos ¡conseguimos un menú de lo más veraniego! :).
Perdonadme por no tener fotos del paso a paso, pero este calor me fríe el cerebro y no caí en hacerlas... pero es muy facilita, no "sus preocupéis" ;).
Ingredientes (para dos personas)
- 2 patatas grandes
- 1/2 pimiento verde
- 1 tomate grande
- 1/2 cebolla
- Un puñado de aceitunas negras
- 2 huevos
- Bonito del norte en aceite de oliva
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
Lava bien las patatas y cuécelas en una olla con abundante agua y un poco de sal. Estarán listas cuando las pinches con un palillo y la patata no se quede enganchada a él. Retíralas del fuego, escurre el agua y deja que se templen.
Mientras se cuecen las patatas también podemos preparar los huevos duros en otra cazuela con abundante agua y una pizca de sal. La sal la añadimos para que nos ayude a quitar la cáscara con más facilidad. Una vez que hayan cocido unos 10 minutos aproximádamente, retíralos del fuego. Si los pones bajo el grifo con abundante agua fría y les das unos golpecitos, verás como la cáscara sale casi sola :).
Ya solo nos queda lavar bien el pimiento verde y el tomate, pelar la cebolla y las patatas cocidas y trocearlo todo, más o menos grande según te guste.
Colócalo en una fuente o plato donde lo vayas a servir, añade el bonito bien escurrido, las aceitunas negras, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y salpimienta. Remueve para que todo se mezcle bien y, por último, añade el huevo duro troceado.
Y como es una receta tan facilita, os dejo también los ingredientes del zumo de nectarina y naranja. Es un zumo que está riquísimo además de que refresca un montón y aporta muchos nutrientes y vitaminas. Y lo mejor de todo, como ahora es la época de las nectarinas y están en su punto justo, lo más seguro es que no necesites añadir azúcar al zumo ¡más sano y natural no puede ser!
Ingredientes para el smoothie (1,5 litros de zumo aprox.)
- 3 naranjas
- 3 nectarinas
- 1 vaso grande de agua
- Cubitos de hielo al gusto