Después de unos días muy agitados y llenos de cosas que hacer y actividades retomo mi rutina bloguera que me encanta. Ya lo echaba de menos, y mucho. Y como sigue haciendo buenísimo aquí os dejo una ensalada que espero os resulte deliciosa.
Además de todo lo anterior he sido tía de nuevo por lo que desde aquí dedico este rico plato a mi hermano el pequeño y mi cuñada que son dos personas ejemplares. Mi más sincera enhorabuena.
Es una ensalada en la que me inspiré de una que tomamos un día en un restaurante de Rascafría en la sierra norte de Madrid. Un restaurante precioso todo rústico en el que toda la decoración está a la venta. Los cuadros, las lamparitas de las mesitas, las mismas mesitas, muebles auxiliares, jarrones etc., de todos cuelga su etiqueta con el precio. Comimos estupendamente, lo pasamos de maravilla en un entorno precioso.
*Esta ensalada la hice en individual para mi sola, para más comensales doblamos cantidades y ya está.
*Con estos ingredientes sale una ensalada grande por lo que la tomé de plato único con una fruta de postre.
INGREDIENTES
-dos aguacates maduros
-un tomate hermoso
-un puñado de gambas peladas, pueden ser congeladas
-crema de módena
-aceite virgen extra de oliva y sal
PREPARACIÓN
Lo primero pelamos el tomate y lo cortamos en dados pequeños sobre la tabla de madera. Lo ponemos sobre el plato repartiéndolo bien. Ponemos sal y un chorrito de aceite.
Ahora cortamos los aguacates. Para ello hacemos un corte todo a lo largo y cogiéndolo con las manos hacemos un pequeño giro y sale cada mitad perfectamente.
Ahora con una cucharilla la metemos un poco y sale de la cáscara solo. Esta es la forma de cortarlo y pelarlo.
Lo ponemos boca abajo sobre la tabla de madera y cortamos cada mitad por la mitad de modo que al juntar las dos mitades quede una media esfera.
Los dos trozos que sobran los cortamos en trozos y los utilizaremos para adornar alrededor.
Ahora, en una sartén pequeña ponemos una cucharada de aceite y cuando esté caliente salteamos unos minutos las gambas peladas, ponemos sal y reservamos.
Rápidamente montamos la ensalada: en el centro del plato donde teníamos el tomate colocamos la esfera de aguacate en el centro, adornamos con el resto de aguacate que queda.
Echamos las gambas salteadas esparcidas por la ensalada y aliñamos el conjunto con sal, aceite de oliva y decorar con un hilo de crema de módena.