CAL 421,1 · HC 57,4 · PR 17,1 · GR 14,1 [POR RACIÓN]
Salvaje.
Como el mítico Bardem en No es país para viejos. Como si fuera un arroz sin domesticar, igual que los hijos de mis vecinos.
O podría parecer que el arroz salvaje lo es porque crece libre, cuando en verdad, las semillitas que nos comemos bajo la identificación de arroz salvaje, están cultivadas.
Y la cosa es que no sólo no es salvaje, sino que además tampoco es un arroz. Ya ves. Esto es como los filetes veganos,una cosa que no puede ser porque es imposible.
La semilla [ni siquiera es un cereal], que ya que estamos os lo cuento, se llama zizania, viene desde norteamérica y vive en el agua.
Y la semilla es ancestral, es una parte de lo poco que hemos dejado en pie de la cultura de los nativos americanos. Pueblos como los Chippewa, Ojibwa, y Potawatomi la recolectaban en canoas y la usaban para casi todo, dulce y salado.
Es una semilla muy proteica, bajita en hidratos, y muy rica en fibra. Una cosa muy rentable si eres carbofóbico [yo ya no lo soy, pero tengo un pasado… y a veces tengo recaídas y me sorprendo pensando en hidratos de carbono].
Además de la zizania, he traído a esta ensalada unos deliciosos y amargos pak choi baby, y un tubérculo curiosísimo llamado taro, de sabor ligeramente dulce y textura crujiente.
El taro o malanga es una raíz de aspecto feucho y peludo, que puede recordar un poco a las patatas, y es dulcecito y rico.
Todo esto, con la untosidad del aguacate y unas gambas [que bien podrían ser sustituidas por frutos secos] hacen una ensalada realmente especial. Una que no ha nacido del afán de vaciar la nevera en un plato y sacarlo a la mesa.
Con un aderezo que hace que todo funcione. El shiro miso, que es la variedad más ligera y suave del miso, matizado con un poco de miel para equilibrar el exceso de sal que produce unir miso y soja en un plato, es maravilloso para las ensaladas de granos.
Es untoso, gordito, y envuelve los ingredientes. El sabor a frutos secos del arroz salvaje pone el punto aromático al asunto. Todo muy intenso.
INGREDIENTES [2 PERSONAS] Ensalada* Arroz salvaje, 120 g Aguacate, medio [60-80 g] Pak choi baby, 2 uds [80-90 g] Taro, 2 bulbos [80-90 g] Gambas, 50 g *Todos los ingredientes opcionales, intercambiables o lo que tú quieras Aderezo de miso Shiro miso, 2 cucharaditas [o 1 cucharadita de genmai miso] Vinagre de arroz, 1 cucharadita Miel, 1 ¼ cucharaditas Aceite de sésamo, 1 cucharadita [o de girasol, el de oliva da demasiado sabor] Zumo de lima, 1 ½ cucharaditasJengibre rallado, un trozo de un centímetro
MODUS OPERANDI
Lo primero que hay que hacer es poner el arroz salvaje a cocer.
El arroz salvaje necesita cuatro partes de agua por cada parte de arroz [en volumen] y tarda 40 minutos.
Desde que se ha puesto de moda, hay en el mercado variedades de arroz salvaje que tardan menos, y sospecho que se trata de modificaciones, de otras especies o quién sabe… En todo caso, si tu arroz es comercial y viene en una caja con logotipo e instrucciones, síguelas.
Yo he usado un arroz salvaje de origen ecológico, y te cuento cómo se cuece éste, y no las variedades del supermercado.
En olla normal, ponemos 4 partes de agua por cada parte de arroz, y cuando llegue a hervir bajamos el fuego y lo cocemos unos 40 minutos.
En olla exprés, ponemos el arroz y el doble de su volumen en agua, una pizca de sal, y cocinamos con presión 8 minutos*. Yo lo hago siempre así.
*Cada olla tiene una presión diferente, así que tendrás que ir probando con la tuya, tal vez mi tiempo no sea igual al tuyo, pero como orientación puede servir. En todo caso, si abres y le falta un poco, dale un par de minutos más.
Con el arroz en marcha, continuamos preparando el resto de ingredientes.
Preparamos todo lo que vamos a cocer:
- Pelamos el taro o malanga, y hacemos láminas finas
- Lavamos los pak choi y los cortamos en tiras
- Descongelamos las gambas, si son congeladas [o las pelamos, según sea el caso]
Ponemos una olla pequeña al fuego con agua, y cuando empiece a hervir, metemos lo primero de todo el pak choi. Lo cocemos 2 minutos, y lo retiramos. Si lo queremos verde y bonito, lo ponemos en un bol con agua y hielo, y reservamos.
En el mismo agua, cocemos las láminas de taro, 5 minutos. Retiramos y ponemos junto con el pak choi.
Y por último, cocemos las gambas, 2 minutos. Retiramos, y reservamos.
Con el arroz cocido y ya enfriado, sólo nos queda montar la ensalada. Mezclamos todos los ingredientes, y añadimos el aguacate cortado en cubos.
Para preparar el aderezo, ponemos en un bol todos los ingredientes y los batimos hasta que queden completamente integrados, y bañamos la ensalada con el mismo.