En el hotel Canterbury de Indianápolis los martes y los jueves son noche de jazz, cada día toca un grupo y puedes ir allí a disfrutar de la música tomándote una copa o cenando, así que esta ensalada trae consigo recuerdos de noches de verano de calor y música.
Me gustaba mucho esta ensalada que servían con un toque tan especial (y especiado) en el aliño, la he reproducido tal y como la recuerdo, la pedía siempre y tomé buena nota de todos los ingredientes.
INGREDIENTES:
Espinacas tiernas
Nueces
Una pera
Una porción de queso gorgonzola dulce
Aceite
Vinagre
Azúcar
Canela
MODO DE HACER:
Lavar bien las hojas de espinaca, quitarles el tronco central, secar y reservar.
Poner en una sartén el azúcar y las nueces y caramelizarlas. En la ensalada original las nueces eran esas nueces negras caramelizadas y fritas que venden hechas, yo, por mi parte y por una cuestión de tiempo, simplemente las caramelicé, pero la próxima vez que las haga pienso hacerlo más parecido a las originales: cocerlas en agua con azúcar durante 8-10 min, sacarlas a un silpat, separarlas y freírlas.
Descorazonar las peras y cortarlas en trocitos.
Cortar el gorgonzola en taquitos.
Poner en una fuente las espinacas, añadir las nueces caramelizadas, añadir los taquitos de queso y la pera.
Removerlo todo.
Preparar el aliño: 3 medidas de aceite de oliva virgen extra, 1 medida (o menos) de un vinagre tipo el de manzana, añadir 3 cucharaditas de canela y batir todo ello con energía.
Arreglar la ensalada con este preparado.
Imprimir artículo