“Como decíamos ayer…”, célebre frase que pronunció Unamuno, tras reincoporarse a su puesto como profesor en la Universidad de Salamanca después del exilio al que se vio sometido durante la dictadura de Primo de Rivera. La dijo tal cuál lo hizo Fray Luis de León, cuatro siglos antes, al volver a dar clase en su cátedra y después de pasar casi cinco años en la cárcel por traducir libros prohibidos. Curiosamente, ambos eran profesores de la misma universidad. Retomaron su actividad como si nada hubiera ocurrido en el tiempo de sus respectivas ausencia, como así regreso yo hoy con esta entrada.
Vuelvo al blog después de un mes de ausencia. Mis hijos y sus apretadas agendas. Mi hijo y los virus. Mi hija y su brazo medio enyesado. Yo y mi cadera, que no deja de ponerse bien. Un sin fin de cosas más, que afortunadamente, no me quitan el sueño pero si el tiempo con el que dedicarme a ésta, mi ventanita al mundo.
Dados los últimos acontecimientos en mi vida, muchos sabéis de que hablo, he aprendido a valorar cosas que, por descontado y al pertenecer a la rutina diaria, con frecuencia infravaloramos. Ahora vivo un poco más sin tanta prisa, si no llego, ya veré cuándo. Busco soluciones prácticas a todo e intento no estresarme de más, porque de nada sirve.
Y así libre de estrés y de tiempo, te propongo una receta rápida, saludable, deliciosa y ,sobre todo, bonita en la mesa. Con ella, sorprenderás a tus invitados. NO arrugues la nariz si no te gustan las espinacas, esta forma de comerlas crudas está llena de beneficios y su sabor mucho mejor que hecha de manera tradicional.
Ingredientes (por porción)
Ensalada de espinacas y fresas
- Un puñado de espinaca cruda bien lavada
- 3-4 fresas
- Un trozo de queso fresco, feta o de cabra
- 3-4 nueces ( o fruto seco de tu preferencia)
Vinagreta de miel y balsámico
- 3 cucharas de aceite de oliva
- 1 y 1/2 cucharas de miel
- 1 cuchara de vinagre balsámico de Módena
El proceso de esta ensalada, como cualquier otra, es como coser y cantar (para quien se le haga fácil esa tarea… :)).
Lava bien las hojas de espinacas, incluso si las compras de bolsa. Del mismo modo, lava y desinfecta las fresas, aún y viéndose preciosas, suelen estar bastante sucias.
Corta el queso (de tu preferencia) en cuadros y parte las nueces en mitades.
Prepara el aderezo, mezclando el aceite junto con la miel y el vinagre balsámico. Emulsiona bien hasta que estén perfectamente mezclados. Añade una pizca de sal.
Si se trata de un primer plato para abrir apetito, una forma de presentación puede ser en bowls individuales. Sirve la espinacas, coloca las fresas cortadas de manera transversal, las nueces y el queso y rocía el aderezo sobre ellos.
Puedes preparar las ensaladas y conservarlas en el frigorífico, sin los frutos secos y aderezarlas al momento de servirlas en la mesa.
Muchas gracias por llegar hasta aquí, ¿quieres ayudarme?
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