Revista Cocina
Esta ensalada no tiene ningún misterio. Lo único que se escapa de lo tradicional es la salsa que le acompaña porque es algo distinta. Siempre podremos rectificarla con nuestro "toque" pero os la recomiendo. Me gustó mucho el contraste de sabores, el uso tan original del limón, del vino y el curry.
¿Los brotes? Elegid los que más os gusten pero, los canónigos, con su sabor tan especial a nuez, me atraen mucho. Lo que no sabía es que le llamaban la "hierba de los gatos" y que se les daba de comer a los Canónigos, por su poder relajante, para que no tuvieran excitación sexual y así no pecaran...
Ingredientes:
- Una bolsa de brotes tiernos
- 2 patatas
- Un manojo de espárragos verdes
- 2 filetes de pechuga de pollo
- Mayonesa
- Un limón pequeño
- Un chorrito de vino blanco
- Media cucharadita de curry
- Sal y pimienta blanca
- Aceite de oliva
Elaboración:
Hervimos las patatas sin pelar en agua con sal. Cuando estén tiernas las dejamos en el agua hasta que estén frías. Las pelamos y las cortamos en rodajas de medio centímetro.
Preparamos la salsa mezclando mayonesa con la ralladura del limón, el curry, el vino blanco, sal y pimienta. Si es necesario le podemos añadir un poco de leche para que quede más ligera. Batir a mano muy bien.
Hacemos a la plancha, en una sartén con un poco de aceite de oliva, los filetes de pechuga salpimentados y los cortamos a tiras finas.
Hervimos los espárragos unos minutos. Los escurrimos y, en la misma sartén de las pechugas, los rehogamos a temperatura media-alta.
Montamos las ensalada:
Primero con una base de brotes tiernos, a continuación las patatas, la pechuga, los espárragos y salpicamos con un poco de sal gorda. Terminamos regando con un poco de salsa y el resto la servimos aparte.