En verano no hay nada mejor que recurrir a platos ligeros y ensaladas, frescas y llenas de nutrientes. Y mucho mejor si se puede dejar la comida hecha con antelación, de un día para otro o llevártela a la playa o a la piscina.
La quinoa es uno de los "super alimentos" que tenemos a nuestro alcance y por suerte ya se puede encontrar en casi cualquier supermercado (yo la compro en Mercadona). La quinoa posee un excepcional equilibrio de proteínas, grasas y carbohidratos (almidón), y entre sus aminoácidos destaca la lisina (muy importante para el desarrollo del cerebro), y la arginina e histidina, básicos para el desarrollo humano durante la infancia.
La quinoa es rica en minerales como el hierro, calcio, fósforo y vitaminas, mientras que es pobre en grasas. Puede consumirse por celiacos ya que no contiene gluten.
La quinoa una vez hervida duplica su tamaño, y mezclada con los demás ingredientes aumenta mucho más. Así que no hay que pasarse con la cantidad de quinoa en crudo. Lo mejor es que si nos sale mucha cantidad, se guarda en la nevera para la cena o el almuerzo del día siguiente. Las cantidades son aproximadas, puedes añadirlas a ojo.
- 100 gr. quinoa
- 100 gr. aceitunas (de las que más te gusten, gordales, con anchoas, negras, etc),
- 50 gr. pepinillos en vinagre
- 2 zanahorias
- 1 tomate o varios tomates cherrys
- Una cebolla pequeña o media si es muy grande
- Aceite de oliva virgen
- Vinagre
2. Pela las zanahorias, pica y trocea las aceitunas, pepinillos, zanahorias y cebolla. En trocitos muy pequeños, así será más agradable de comer.
3. Trocea el tomate o tomates cherrys, mezcla y adereza con aceite de oliva y vinagre. No hace falta sal ya que los encurtidos (aceitunas y pepinillos, son salados).
Si la metes un buen rato en la nevera, estará más rica aún!!
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