En esta parte del planeta, estamos en una época del año en la que las ensaladas suelen empezar a tener más protagonismo en nuestras mesas. Y, aunque el clima no nos acompañe como nos gustaría, porque, la verdad sea dicha, de primavera-primavera poco hemos tenido... Apenas algunos manchones de buen clima por aquí y por allá; el resto han sido días más bien fríos y grises. Pero, no importa. Al mal tiempo, buena cara. En especial, ahora que parece irá mejorando ;) Y como es temporada de ensaladas, aquí vengo a proponerles ésta que es súper sencilla, pero no por ello menos sabrosa o saludable. Además, con un delicioso toque en el aliño que le calza como anillo al dedo.
Aquí, la lista de ingredientes y nos ponemos, de inmediato, manos a la obra que hoy la faena viene de lo más sencilla ;)
Si fuera necesario, lavá muy bien las hojas de rúcula selvática o la de tu preferencia (unos 100 gramos, una bandeja o un atado). Y digo "si fuera necesario" porque podés encontrar en el mercado rúcula (entre otras variedades) que ya vienen con las hojas limpias (con triple lavado) y listas para utilizar. Hacé lo propio con 200 gramos de rabanitos (en mi caso, unos orgánicos, tiernos y muy sabrosos; aunque no faltará quien me diga que los rabanitos no tienen sabor. ¡Error! Tienen un exquisito sabor picantón que, bien acompañados y aderezados, harán que se luzcan ellos mismos y sus compinches de plato). Una vez limpios, cortalos en láminas bien finas; incluso, podés utilizar mandolina de cocina si lo preferís (cuidando los dedos, eso sí).
Aparte, herví 3-4 huevos (de campo/ecológicos/pastoriles), recordando no excederte en el tiempo de cocción (no más de 8-10 minutos) para que no se forme una película tóxica de color verduzco grisáceo nada agradable (ni sana...) alrededor de la yema. Una vez pasado ese tiempo, dejá los huevos en agua fría, antes de pelarlos, para cortar la cocción. Reservalos.
En una sartén caliente, sin ninguna materia grasa (ni siquiera aceite en aerosol o rocío vegetal) colocá un buen puñado (a gusto) de semillas de calabaza, semillas de girasol y maní crudo (sin salar ni tostar). A fuego medio o bajo, revolviéndolos de vez en cuando para que no se quemen, tostalos hasta que adquieran un ligero tono dorado. Reservalos.
Por último, nos queda preparar la limoneta que utilizaremos como aliño de nuestra ensalada. Para ello, disponé en un bol o cuenco unas 3 cucharadas de aceite (el de tu preferencia) junto con sal, pimienta y nuez moscada a gusto, y 1 cucharada de una mostaza sabrosa (puede ser tradicional, picante, más suave, con miel...). Por último, incorporá el jugo de 1/2 limón y mezclá muy bien para lograr que todos los ingredientes se integren.
Es hora de presentar la ensalada (a instantes de llevarla a la mesa para que el aliño no marchite ni desluzca las hojas verdes)... En el recipiente elegido, ubicá las hojas limpias y secas de rúcula y las láminas de rabanitos. Bañalas con la limoneta y mezclá bien para que llegue a todos los rincones. Por encima, disponé los huevos duros cortados en cuartos y espolvoreá las semillas y el maní tostados. Serví de inmediato.
Algunas observaciones y recomendaciones finales: Para esta receta pueden emplear cualquiera de las variedades de rúcula; sin embargo, la conocida como selvática o salvaje es la más adecuada porque, como ya les conté hace unas semanas atrás, es de sabor más intenso y picante que la tradicional (¡Y pensar que hace tiempo se la consideraba una mala hierba/maleza! ¡Cómo cambian las cosas!)
La limoneta, también conocida como vinagreta de limón, es un excelente sustituto del vinagre; en especial, para todos aquellos que no somos fanáticos admiradores o no nos cae nada bien ese aliño para ensaladas.
Los rabanitos o rábanos (parientes de los nabos y los repollos/coles) son ideales para incluir en dietas hipocalóricas, ya que cuentan con sólo 20 kilocalorías por cada 100 gramos. Además, contienen buenas cantidades de ácido fólico, fibra y vitamina C, ayudan a eliminar toxinas y líquidos retenidos, y protegen el hígado y la piel.
Entretanto, la rúcula tampoco se queda atrás en cuanto a beneficios porque contiene vitaminas A, B, K y C, fibra, sodio, potasio, calcio, hierro y magnesio. Es muy efectiva en la prevención de diversos tipos de cáncer, tiene un gran poder desintoxicante y antioxidante, previene enfermedades cardiovasculares, favorece la saciedad y la correcta digestión, fortalece nuestro sistema inmunológico y reduce los niveles de colesterol "malo" en sangre.
Esta ensalada es refrescante, con un toque muy particular que imprime la limoneta de mostaza, combinando muy bien y realzando los sabores de los rabanitos y la rúcula. Además, los huevos le otorgan el aporte proteico y las semillas junto con los maníes tostados - además de sus ricos nutrientes - incorporan la cuota de textura crujiente para que el paladar se sienta de fiesta ;)
Nos reencontramos la semana que viene. ¡Pásenla muy bien, disfruten junto a sus seres amados y experimenten en la cocina!
Textos y fotografías: ©Bouquet Garni Recetas
Digiscrap: ©Blagovesta Gosheva Digital Scrapbooking Design/7 Színdizájn/Bouquet Garni Recetas