Por Felipe Company
El triunfo llegó mientras dormía.
Soñé que la adolescencia regresaba.
Y volví al campeonato infantil,
que pude haber ganado.
Mi madre estaba a mi lado
y mi hermana y mi padre.
La victoria es el amor de los tuyos.
Y de oro es el abrazo de quien más te quiere
Vinieron otros éxitos deportivos,
Franqueé otros muros marmóreos.
Conquisté galardones que semejaban inalcanzables.
Pero nunca olvidé la brisa argentina.
El hálito envolvente de una familia unida.