Hace unos meses me invitaron a una presentación muy especial, el comienzo de curso en un aula con Método Montessori.
Y como no tenía ni idea de en qué consistía esto, pues allí me planté.
La profesora nos enseñó los materiales y el aula, e incluso como había unos cuantos padres allí para informarse, y llevaron a sus peques, pude ver en directo cómo funcionaba el método.
Y como me impactó tanto, decidí entrevistar a una de las personas que conozco, y que más sabe del Método Montessori, Gianella de el blog Ma-pa.
Tengo que reconocer que lo que iba a ser una mini-entrevista, terminó siendo un interrogatorio en toda regla, así que he decidido dividirlo en 4 partes, y durante 4 semanas los miércoles, te iré enseñando las respuestas que Ma-pa ha preparado.
Además me hace mucha ilusión presentarte a Gianella, además de una gran profesional, y una gran persona, me tiene fascinada con su blog y los consejos acerca de cómo formula la educación de Gael y Ainara. Una maravilla.
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¿Cómo fue tu primer contacto con el método Montessori?¿Por qué te interesaste en él?
Mi primer primerísimo contacto fue en preescolar, en la etapa de infantil de aquí, pero eso no lo supe hasta hace poco. Mi segundo contacto no estoy segura de cuando fue. A raíz de mi eterna inquietud por temas educativos y de vida con conciencia investigo mucho, leo blogs, libros, y me ahondo cada vez más en estos mundos. Quizás deba dar gracias a la curiosidad, la procrastinación y a internet, que me han permitido seguir más allá… La palabra Montessori empezó a ser recurrente, sobre todo al leer sobre pedagogía alternativa y nuevos espacios de aprendizaje, como por ejemplo son las escuelas libres.
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¿Cuál son las diferencias fundamentales con los métodos de educación tradicional?
La pedagogía Montessori se basa en una adecuación del entorno a las necesidades de los más pequeños. La tradicional se empeña en adecuar a los individuos al entorno adulto ya acabado.
La metodología Montessori considera el presente como algo muy valioso, los procesos que se dan en el momento del aprendizaje son una preparación en sí, para el conocimiento que se acaba de construir y para dar el siguiente paso en la formación. Esa metodología, la forma de presentar las actividades y la manera de aprender, personal, intrínsecamente motivada constituye una gran diferencia.
La escuela tradicional solo mira hacia adelante, enfrascada en la preparación para el futuro, evadiendo la realidad de un presente súper rico, permanentemente alterado y ávido de crecimiento para el mismo hoy, que es, en definitiva, cuando vivimos.
Montessori se basa en la confianza en el desarrollo y crecimiento natural de las personas. El sistema educativo formal siente la necesidad de manipular a las personas para dirigirlas hacia el ideal de sociedad que ese sistema intenta reproducir. El Método hace florecer a cada ser humano desde sí mismo en su propia búsqueda y construcción, mientras que el formal intenta igualar a las personas, pasarlas todas por el mismo tamiz de acuerdo a las necesidades del propio sistema.
La evaluación de los aprendizajes es propia y personal y no llevada a cabo desde el arrogante puesto de dueño del saber que ocupa un adulto.
El objetivo final no es alcanzar unas metas determinadas y, por fin, un puesto de prestigio social o de servicio social, si no la felicidad depositada en el desarrollo personal cualquiera sea la forma en la que se presente: ser carpintera/o, arquitecta/o, guardavidas, empresaria/o, jardinera/o, enóloga/o, predicador/a, blogger/a…
Resumiendo, se diferencian en el respeto y la confianza, que depositan uno y otro, en el ser humano.
Aún quedan muchas más preguntas, pero quiero ir enseñándote poco a poco mi dudas sobre este Método, que últimamente parece estar en alza.
Así que te propongo algo, si quieres preguntar algo acerca de Montessori, o quieres darme tu opinión, déjamelo en los comentarios, ¡me hará mucha ilusión leerte!