Revista Cultura y Ocio
Opinión
Sinceramente, cuando comencé este libro, la verdad, es que no esperaba encontrarme la historia que he descubierto, pues siendo sincera, si llego a saber de lo que realmente va y como son los personajes de ella, no lo hubiera leído. No lo digo por que la novela sea mala, ni mucho menos, pero sinceramente, era lo que menos me apetecía leer en estos momentos. Pero una vez comenzada, ya no he podido dejar de leerla.
Esta es una novela dura de leer, con una historia muy realista y que te mantiene con los sentimientos siempre a flote.Salva es un personaje muy especial, al que le coges mucho cariño pero con el que sabes, desde el primer momento, que no tendrá ese final que deseas desde que lo conoces. No, es una sucesión de paginas donde vas descubriendo como intenta afrontar que la leucemia le esta ganando la batalla, que por mucho que él o los médicos hagan, ya no hay nada que luchar. Es ver desde los ojos de esa persona, que sabe que tiene los días contados, la vida, su vida y sobre todo la forma de afrontarla, sin expectativas, sin ver un futuro para si mismo, pero si el futuro que les espera a los demás.Una constante de lo malo que es el destino en muchas ocasiones. Para Salva no es nada fácil. Tiene que luchar contra todos los sentimiento que se arremolinan en su interior, contra lo que siente por Mia y pelear por estar bien con su padre. No, no es nada fácil.
Mia es una gran amiga de Salva. Bueno... amiga o algo más, pues la relación que mantienen es mucho más que amistad, aunque no le pongan nombre. Ella también es una persona muy especial. En ella, la autora vuelve a enfrentar dos enfermedades, la bulimia y la anorexia. Mia es una persona que ve la vida de forma diferente, vive, siente la vida con una intensidad que contagia, sobre todo se lo contagia a Salva, el cual le encanta estar junto a ella, con sus conversaciones locas, sus ocurrencias, sus travesuras.
Es una noche de esas cuando se encuentra en una casa abandonada de las que les encanta frecuentar, cuando descubren las cenizas de un difunto. Esta acontecimiento, que no debería de ser muy transcendental, sera para ambos una obsesión y una búsqueda que les llevara a querer descubrir a esa persona y su historia. Es de esta forma que conoceremos la vida de Jean-Luis.
Pese a lo funesta que puede parecer la historia, no lo es tanto. No te pasas todo el libro llorando, al contrario. Pese a todo lo que nos cuenta Salva y lo que sufre, la autora tiene el don de que lo podamos ver de forma natural, sin ser tan dramático como es. Podemos ver la historia de un adolescente, su historia de amor con una joven un poco alocada y como ambos se embarcan en una búsqueda un poco estrambotica. Las enfermedades y sus consecuencias están muy presentes, pues no las pueden eliminar y es una constante, pero no lo único. Por ello el libro se hace más llevadero.La autora vuelve a deleitar con una escritura muy fluida y atrayente, de forma que te adentra en la historia. Hace que sientas a los personajes, que los vivas. Me gusta como escribe la autora, otra cosa es el tema que en esta ocasión toca, un tema que en esta ocasión no me paetecia nada leer. Pese a ello, seguiré pendiente de sus próximas publicaciones.
Sara.