Por Daniel.A.Araiz Esquivel
Vivimos en un mundo compartido, en una gran comunidad donde cada especie tiene un rol importante, aquí en este mundo todos son protagonistas. A veces se te olvida o nos olvidamos de nuestro origen, somos animales, una especie más como otras de las tantas, la razón coarta la intuición para unos, para otros la intuición, ese instinto que mantiene al medio en armonía, un equilibro donde cada uno sabe lo que es y que deja que los otros sean como son, donde no hay guerras por egos, no existen batallas por poder, solo existe fraternidad hasta que empieza el hambre y unos serán la presa otros los depredadores, así es son los animales, así es la naturaleza.Los niños con su inocencia y su instinto liberado mantienen la armonía, basada en respeto, amabilidad, mucho amor y felicidad, se vive la vida en la dulce inocencia de la sorpresa enamorada, todo es mágico y sorprendente, están en al vórtice de su origen, son animales.
Entre todos, se puede volver a el equilibrio, animalízate y libera tu ser, vive de la alegaría constante y por todo como los perros, permítete ser sin juzgar como un gato, adaptándote como los reptiles, déjate sentir y que te sientan como los simios, vuela libre-mente sin enjaularte como un ave.
Animalízate y vuelve a tu origen, entiende que el control, las guerras y deseo del poder son del ego; la abundancia, el bienestar, la fraternidad, el amor, la felicidad es lo natural del SER.
Entre todos, se puede hacer un mundo mejor, no es cuestión de un futuro, es hoy, el cambio es en el presente, volver al origen del instinto o del sentido común, dar lo mejor de ti en todo momento y espera siempre lo mejor, es una enseñanza de los hermanos menores, los animales.
Se puede vivir en equilibrio, volver a la armonía y al amor fraternal, todos somos uno, si se trabaja con respeto y sin juzgar, todo se puede hacer mejorar nuestro mundo si colaboramos entre todos.
Da lo mejor de ti.