La sobreinformación para los entrenadores ya era grande. Sin embargo, debido al confinamiento producido por el COVID-19, en las redes sociales e internet el acceso a dicha información y contenido es aún mayor.
Vivimos en la época con la mayor tecnología de comunicación y accesibilidad de información de la historia. Estamos invadidos de contenido. Y es que un entrenador de fútbol puede poseer conocimientos a través de un par de clics.
No obstante, esta invasión de información y contenido para adquirir conocimiento puede desbordar a muchas personas. Si la capacidad de asimilación, organización y sintetización de todo ese conocimiento no es la correcta, se puede terminar con una sobrecarga de información innecesaria.
Un entrenador tiene que estar en continua formación. Nunca hay que parar de aprender. Sin embargo, no es cierto que cuanta más información se posea mejor será el resultado, hay que saber asimilar ese abuso de la información. Es necesario filtrarla y gestionarla de la mejor manera posible.
Guardiola da instrucciones a Zinchenko (fuente: sport.es)Una vez gestionado ese contenido es importante e indispensable tener organizada esta información puesto que contiene muchos apuntes, datos, estudios, vídeos, sesiones, ejercicios, etc.
Otro punto a tener en cuenta es que el tener al alcance una gran serie de conocimientos, adquiridos de esta manera, hace que luego haya que asimilarlos de una manera adecuada. Y es que el peligro es que transforman a la persona dándole ciertos aires de grandeza y superioridad con el consiguiente alardeo de conocimientos.
Por otra parte, ese conocimiento adquirido, después hay que saber interpretarlo y transmitirlo al equipo y en el campo durante los entrenamientos. La clave es no abusar del contenido. Por ejemplo, es mejor transmitir a los jugadores no más de tres pautas en un ejercicio, ya que se pueden sentir desorientados o demasiado condicionados por las sucesivas instrucciones del entrenador.
Asimismo, el adquirir más conocimientos hace que se quiera añadir más conceptos a la idea original para sofisticarla aún más, provocando que estas variantes puedan hacer que se pierda el rumbo estable del equipo y su juego se desvirtúe en algo más complejo.
Por último, como dije anteriormente, estar en continua formación es importante, pero también lo es el descanso. Aunque no se tenga tan presente, el cansancio mental en un entrenador es muy alto. Por ello es importante, aunque sé que es muy difícil de evitar ya que va ligada a la propia profesión del entrenador, tomarse un descanso cuando termina el partido o la temporada. Si no se desconecta de manera adecuada, el entrenador puede ver afectado su rendimiento en la toma de decisiones.
Aprovechemos esta época de tecnología de la comunicación y accesibilidad a la información. Pero a través de un uso razonable, responsable y eficiente para así mejorar.