Entrenar al aire libre en invierno puede ser una verdadera pesadilla. En primer lugar, hace frío. A veces, demasiado como para calzarte las zapatillas o las botas y salir a entrenar. Y dependiendo de dónde vivas, puede que llueva día sí y día también, que nieve o incluso hiele. No es el mejor escenario, sobre todo si normalmente ya te cuesta motivarte para salir de casa a sudar un poco.
Pero sea como sea, si sigues una rutina más o menos estable de ejercicio, sabrás que parar tu vida durante tres o cuatro meses, no es una opción. Por eso, hoy vamos a analizar las ventajas y desventajas.
Ventajas de entrenar en invierno
Puede que no sea demasiado apetecible, pero el hecho es que pasar un poco de frío puede merecer la pena si tenemos en cuenta las ventajas físicas y emocionales que puede conllevar.
Más oxígeno
Con el frío, los vasos sanguíneos se estrechan, lo que obliga a tus pulmones y corazones trabajar más. Esto provoca una mejora progresiva en la función aeróbica, o lo que es lo mismo: a la larga, tus pulmones recibirán una cantidad mayor de oxígeno. De esta forma, cada vez sentirás menos esa sensación de ahogo que tenemos cuando, por ejemplo, nos esforzamos por reducir los minutos por kilómetro corriendo.
Calorías en reserva
Cuando pasas de un entorno cálido a uno frío de sopetón, se produce un pequeño shock en el organismo. Este choque de temperaturas hace que tu cuerpo se ponga manos a la obra y empiece a gastar las reservas de calorías que tienes almacenadas para combatir las bajas temperaturas.
Disminución de la tensión
Un estudio realizado en 2004 y publicado en el International Journal of Circumpolar Health, demostró que hacer deporte en un ambiente contribuye a reducir la tensión y el estrés y a disminuir la fatiga física y mental. Aparentemente, esto se debe a que el agua fría activa el sistema nervioso central
Aleja la depresión
El ejercicio en entornos fríos también ayuda a liberar hormonas como la betaendorfina y la noradrenalina. Estas hormonas, combinadas con las endorfinas que se liberan durante el ejercicio, podrían ayudar a mantener a raya la depresión estacional.
Desventajas de entrenar en invierno
Ya lo decían nuestras abuelas: “no todo el monte es orégano”, y en este caso, no iba a ser menos. A pesar de todas las ventajas que tiene entrenar en invierno al aire libre, también existen una serie de riesgos que debemos tener en cuenta si no queremos pasarlo mal durante nuestras sesiones de entreno o en nuestro día a día.
Problemas respiratorios
La mayoría de estudios sobre el asunto, demuestran que la práctica de ejercicio frecuente en ambientes fríos puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades respiratorias.
Hipotermia y congelación
Si practicamos deportes como la escalada, el alpinismo o el esquí, nos enfrentaremos en invierno a temperaturas muy frías y a menudo bajo cero. En estas condiciones, es fácil que la falta de experiencia, equipo y preparación, pueda jugarnos malas pasadas en forma de hipotermia o congelación.
Prevención de los riesgos de entrenar en invierno
Por supuesto, estos riesgos que pueden considerarse como desventajas de entrenar en invierno, pueden prevenirse fácilmente:
- Educación sobre el entorno y las necesidades del mismo
- Investigación apropiada sobre la climatología
- Equipación apropiada y coherente para con las temperaturas
- Medidas de seguridad oportunas
- teléfono móvil con batería suficiente, cobertura y GPS
- bengalas u otros dispositivos de señalización
En páginas como esta, de la Federación de Deportes de Invierno del Principado de Asturias, encontrarás muchos más consejos y recomendaciones para una práctica segura del deporte en invierno.
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