Entrevista a Ángel Sanchidrián por tres enanos y un pico

Entrevista a Ángel Sanchidrián por tres enanos y un pico

11 ago. 2017

-Antes que nada, muchas gracias por esta entrevista. ¿ Por qué el progreso y la igualdad no puede contar nunca con la simpátia de todos? 

Porque todos queremos progreso pero ninguno queremos igualdad. No conozco a nadie que esté dispuesto a obtener de la vida lo mismo que otra persona que se esfuerza menos. Si tú trabajas duro, quieres obtener tu recompensa por ello y no compartir el beneficio. Por eso el estado tiene que obligarnos a contribuir. No conozco a nadie que se presente voluntario para pagar impuestos con los que financiar el bienestar ajeno. 

 - Eres rey ¿Qué harías? Cambiar la historia en tu beneficio, crear un invento que revolucionaria el mundo o darte a la cerveza? ( porque el motivo de esa respuesta)

 Comería croquetas y delegaría en personas de mi confianza las tareas más pesadas de la gobernanza. De vez en cuando mandaría ejecutar a un par de súbditos díscolos, por aquello de aparentar que no me he desentendido de mis obligaciones, y después continuaría con mis cosas. Hay que respetar las tradiciones de las monarquías antiguas. 

 -¿El enano es un tunante o un psicológo? 

 El enano – al menos el enano típico de mi novela – es un trabajador abnegado y un fiestero empedernido que vive empeñado en extraerle a la tierra los metales y a la vida la enjundia. Así que se podría decir que el enano es un tunante, pero solo cuando termina su jornada laboral, en la que pone todo su buen hacer. Un poco como nosotros, ¿no? 

 - En el libro metes varios zas, entre ellos te metes con la burocracia ¿Qué trámites te han llegado mas tiempo del normal teniendo todo en orden?

 Cualquier trámite burocrático se alarga más de lo previsto. Siempre. La burocracia es un octópodo cuyo único propósito es hacerte pasar de uno a otro de sus tentáculos hasta conseguir que te rindas de puro agotamiento. En ese momento, cuando ya te tiene exhausto y derrotado, es cuando te devora. Mi consejo es que si tienes que enfrentarte a un procedimiento administrativo, vayas bien desayunado.

 -¿ Cuál es la frase de desaprobación, que mas te dijeron o te siguen diciendo?

Frases de desaprobación no suelen dedicarme. La peor forma de negación es la indiferencia. Si te insultan puedes devolver el insulto y, por lo menos, desahogarte, participar con tus propias invectivas del debate. Pero cuando se giran, te dan la espalda y no te prestan oídos, estás vencido. Esto no es nada nuevo, ya nos dicen nuestras madres y abuelas que “el mejor desprecio es no hacer aprecio”. 

 - ¿Cuál es el hombre mas pintoresco que hayas recogido en algún camino o conocido alguna vez? 

Sé de la abuela de un conocido que respondía al nombre de Escojonciana. Nombre que, como es lógico, pienso utilizar en mi próxima novela. 

 - ¿Cuál es la pedida de mano, más loca que hayas estado?

 Nunca he estado en ninguna pedida de mano, por fortuna. Creo que el amor, cuando eres un simple espectador y no un participante, es la cosa más tonta, ridícula y necia que puedes presenciar. 

 - ¿Crees que la amabilidad trae ruina?

 Siempre trae, como poco, un abuso. En esto también ha dicho nuestro refranero todo cuanto se puede decir al respecto: “por la caridad entra la peste”. Pero si no puedes ser caritativo, generoso y amable con los demás, vaya mierda de vida. Hay que encontrar ese feliz equilibrio entre dar y que no te cojan. 

 - ¿Cuál es la última tasa loca que has pagado?

Un euro por hacer pis en la estación de tren de Barcelona. Una vez evacuada la vejiga, en los tornos de salida, me reintegraron un “ticket” con cincuenta céntimos de descuento, pero no precisaban para qué, así que lo tengo en casa a la espera de saber en qué puedo gastármelo la próxima vez que visite Catalunya. Y, créeme, pienso utilizarlo. Aunque solo sea por orgullo. 

 - ¿El último título que te has atribuido? ( alcalde, rey….)

 Amo y señor del lado derecho de mi cama. A mucho más no puedo aspirar. 

 - ¿El ápodo más loco que has puesto a alguien?

 Loli Faringe. Pero no puedo explicar nada más porque hay un cargo político de por medio y no quiero líos con la pasma. 

 - ¿ Serías capaz de pactar con el enemigo? (elfos…)

 Nos pasamos la vida pactando con el enemigo, porque con los amigos no se pacta. Así que llegamos a acuerdos con Hacienda, con nuestros jefes, con vecinos cabrones, con detractores contumaces, con el Ministerio de Sanidad… También hay un pacto implícito con el resto de la humanidad con la que compartimos espacio y aire: no matarnos mutuamente y respetarnos en la medida de lo posible, que suele ser una medida muy mermada. 

 - ¿Lo último que te han dejado que cuides? ( con instrucciones especiales, a lo gremling)

 Nunca me dejan al cuidado de nada porque saben que termino comiéndomelo. 

 - Si este libro tuviese banda sonora ¿Cuál sería? 

 Probablemente una mezcla de la banda sonora de El señor de los anillos y la de Benny Hill. 

 - ¿ Alguna vez tu madre te fue a salvarte el pellejo hasta el infinito?

 Siempre. Las madres no dejan nunca de salvarnos de peligros reales o imaginarios. Y ahora que han aprendido a usar Tuiter y el Wasap, mucho más. No se les escapa nada. Esos problemas que antes podíamos ocultarles ahora los descubren husmeando en nuestras redes sociales. Y allí están ellas para poner orden donde haga falta y donde no. 

 - ¿Qué final odiaste más el de “Los Serranos” o el de “Lost”? :) No he visto ninguna de las dos series. 

Soy más de películas y novelas.  - ¿Quién serían tus tres compañeros de viaje en una aventura?  Mariano Rajoy, Pablo Iglesias y Susana Díaz. El viaje sería un desastre, pero nos íbamos a reír de lo lindo. Aunque me temo que no tardaría en darles esquinazo y buscar canallas más graciosos y honrados. 

 - ¿Quisieras añadir algo más a la entrevista o decir algo a los seguidores de la web? 

 Que compréis y leáis “Tres enanos y pico” (lo siento, tengo que pagar la hipoteca). Pero no os pido que lo hagáis por mí sino por vosotros mismos. Porque con este libro os lo vais a pasar muy bien. Si no os gusta, podéis venir a cualquier firma o acto público y lanzármelo a la cabeza tras treinta segundos de preaviso.

-Fotos de mi autoría en la feria del libro de este año